El Solsticio de Invierno es la noche más larga del año, el momento más Yin de la rueda, la energía femenina más pura. A partir de este día, la luz comenzará a reinar de nuevo y los días serán cada vez más largos. Es el final de un ciclo, pero también el principio de uno nuevo. Es momento de conectar con nuestra visionaria y maga interna.
Si me sigues desde hace tiempo ya sabrás que por la escuela celebramos las ocho festividades de la Rueda del Año como un modo de conectar con la ciclicidad de la Pachamama y como un modo de entender la ciclicidad de nuestro propio cuerpo, y las energías de creación y destrucción que se mueven tanto en la naturaleza como en nuestro interior.
Este año, entre la noche del 22 al 23 de diciembre, dejaremos atrás el Otoño y nos adentraremos en el Invierno. Para celebrar esta festividad te invito a realizar un balance, un ritual de cierre de 2019 e inicio de 2020, conectando con nuestra capacidad de destrucción y creación.
El vacío es ese espacio que se abre entre una situación que termina y lo nuevo que creamos. Es el momento que te permite integrar lo vivido. Asimilar la enseñanza que te ha traído aquello que termina para abrirte a lo nuevo más sabía, más consciente. Sin embargo, no saber sostener los vacíos nos lleva a sufrir y a repetir patrones.
En una sociedad como la nuestra, que nos pide velocidad y acción constantemente, el momento de vacío es algo que nos asusta y de lo que huimos. Porque no sabemos sostenerlo.
Aprender a sostener los vacíos que se producen en nuestra vida puede ser el motor que nos lleve a otro lugar. Porque son momentos que nos llevan a conocernos mucho más a nosotras mismas. Nos enseñan a estar mucho más en el presente. Encontrar aquello que nos distingue y dejar de meternos en situaciones que, si al principio parecen llenar el vacío, en realidad nos llevan a una situación muy similar a la anterior, y mucho más insatisfactoria que la del principio…
Comer de forma impulsiva, comprar compulsivamente, mantener relaciones sexuales para olvidar a un ex… Comenzar una relación sin haberte dado el espacio suficiente para purificar tu cuerpo de las energías de la otra persona, de los lazos que te unen a ella… o analizar qué salió mal y qué enseñanza ha traído a ti vida… Esos espacios de transición son de vital importancia porque nos ayudan a crecer… Sim embargo, ¡somos tan imaginativas llenando nuestros vacíos!
Si observas la naturaleza, y si observas también tu propio cuerpo, estos momentos de vacío se producen en el tránsito hacia el Invierno y en nuestros últimos días de menstruación. Es ese momento mágico entre la Luna oscura (aquello que dejas ir) y la Luna nueva (aquello que siembras)… Momentos poderosos, de una enorme energía Yin, en los que la vida y la muerte se unen en un ciclo sin fin.
Aprender a sostener el vacío también significa aprender a transitar el periodo de duelo y a entender que, en realidad, no sabemos el tiempo que nos llevará superar un antiguo patrón u olvidar a un ex.
¿Cuánto tiempo necesitas para superar una ruptura amorosa? Nadie puede marcarte una agenda, incluida tú misma. Es más fácil transitar estos momentos cuando incorporamos a nuestra vida la sabiduría femenina y sus rituales, a través de los que podemos decir adiós y agradecer todo lo vivido. Si se trata, por ejemplo, de una relación, puedes escribir una carta con todas las cosas que te ha aportado a tu vida. Tanto lo bueno como lo no tan bueno, y agradecer todas las enseñanzas y momentos compartidos. Y aprender de ello.
Vivir desde la ciclicidad y abrazar la sabiduría femenina es entender que, lo importante es saber que es en el vacío donde surge la magia. Y que darte este espacio de «muerte» es lo que, paradójicamente, te llenará de vida.
Cuéntame ¿llenas el vacío o sabes sostenerlo?
Si formas parte de la escuela online, durante este mes de diciembre tienes prácticas corporales especiales que te ayudarán a abrazar y entender estos momentos de vacío como espacio de motor para el cambio que deseas crear en tu vida.
La terapia del útero es una terapia holística que consiste en la sanación física, emocional y espiritual de nuestro cuerpo de mujer. Lo hace a través de la recuperación de diversas herramientas de sabiduría ancestral, las denominadas artes místicas femeninas, que incluyen, entre otras, la danza, el womb yoga o la aromaterapia. En este artículo te cuento cómo puede ayudarte.
Las mujeres nos movemos y vivimos desde el útero, tanto a un nivel físico y emocional como energético (y espiritual). Nuestro sistema hormonal marca el ritmo de funcionamiento de nuestro cuerpo y, al conocerlo y atenderlo, ganamos en salud y vitalidad.
Nuestro útero es también el centro a través del que creamos vida. Esto nos convierte en mujeres creadoras y en madres. Toda mujer es una madre por el hecho de tener útero, si ampliamos el concepto de madre y lo entendemos como una mujer que es capaz de crear vida. Y la vida se manifiesta de múltiples maneras: puede ser a través de un hijo biológico, pero también a través de nuestra capacidad de crear proyectos, empresas, relaciones… En fin, crear la vida que soñamos para nosotras.
El problema es que el útero es un recipiente que absorbe todo lo que entra en «ella», y con eso… crea. Imagina que es una olla con la que vas a cocinar una receta exquisita. Los ingredientes que incluyas en ella serán fundamentales para que esa receta se materialice en un plato delicioso. Pues nuestro útero funciona igual. Por eso, es importante saber qué es lo que estás permitiendo entrar en tu útero.
Las energías que entrar en nuestro útero pueden ser de dos tipos: externas (las relaciones sexuales) o internas (nuestras emociones densas). Ambas dejan una impronta en nuestra «olla» y creará con lo que hayamos metido en ella.
Así que, si inicias un proyecto y no llega a buen fin. Si inicias una relación y no llega a puerto, o comienzan a surgir antiguas heridas que te impiden vivirla desde el disfrute. O tienes problemas con vivir una sexualidad plena y satisfactoria, llena de gozo. Si te cuesta quedarte embarazada o materializar la vida que deseas…. hay que mirar qué energías estancadas y antiguas hay en tu útero. Y aquí es donde la terapia del útero puede ayudarte, incluso si estás transitando la menopausia.
Tengas o no un útero físico, estés o no en tus años de menstruación, tu capacidad de crear vida es inherente a tu condición de mujer. Y seguirás creando vida hasta el día que dejes de respirar.
La terapia del útero nos enseña a volver a vivir desde el círculo y la ciclicidad de nuestro cuerpo, y a recuperar la antigua sabiduría femenina para ganar en salud y vitalidad, a través de herramientas como las hierbas y los aceites, la danza y la respiración alquímica o el womb yoga.
Y, lo que es más importante, nos aporta herramientas que podemos aplicar en nuestra vida cotidiana para mantener la salud y vitalidad de nuestro útero y de nuestro cuerpo de mujer.
Para ayudarte a recuperar el poder de creación que posees como mujer, te ofrezco la posibilidad de realizar un diagnóstico personalizado en una sesión online privada gratuita.
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