Las Sacerdotisa de la Diosa | Quiénes son y cómo reconocerlas

Las Sacerdotisa de la Diosa

En esta nueva píldora de sabiduría femenina para la vida cotidiana hablamos de las Sacerdotisas de la Diosa, quiénes son, cómo podemos recuperar sus enseñanzas y cómo reconocerlas.


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DESMITIFICANDO EL TÉRMINO «SACERDOTISA»

Lo primero que me gustaría hacer antes de entrar de lleno a hablar de las sacerdotisas de la Diosa es desmitificar el término «sacerdotisa»…, porque la primera imagen que se nos suele venir a la cabeza cuando pensamos en una sacerdotisa es, quizás, una monja de clausura… o ahora que están un poco más de moda, mujeres con velo y tiara en la cabeza… y quizás esta última imagen se acerca más a lo que debieron ser, pero en pleno siglo XXI, nos resulta anacrónica… y nos puede producir el mismo rechazo que la imagen de una monja de clausura. Al menos a mi me lo producía hasta no hace mucho tiempo.

LAS SACERDOTISAS DE LA DIOSA Y LA ESPIRITUALIDAD FEMENINA

Una sacerdotisa de la Diosa no está vinculada a ninguna religión, pero sí a una espiritualidad vivida desde lo femenino. Y esto, ¿qué significa?

En primer lugar, la espiritualidad, en general, te invita a huir de cualquier dogma o cualquier institución religiosa y encontrar la divinidad dentro de ti. La diosa está en todo lo creado y todo lo creado es parte de la divinidad. Tú, yo, todos los seres vivos que habitamos en este planeta tenemos esa chispa de lo divino y, por esa misma razón, todo lo creado es sagrado.

En segundo lugar, supone entender que la Diosa contiene al Dios. Es decir, todo lo que se ha creado procede del principio femenino. Hombres y mujeres, machos y hembras, todos venimos de un útero. Todo lo que existe en el mundo etérico y se quiere manifestar aquí, en la tierra, lo hace a través de un útero físico o energético.

La espiritualidad femenina no niega el principio masculino, lo acoge como una parte importantísima de toda creación. Sin embargo, la parte femenina de la divinidad es lo que se nos ha negado durante demasiados siglos porque el patriarcado la borró por completo del mapa.

La Diosa se exilió y eso nos produjo una enorme herida de separación. Y, desde entonces, allá por año 2000 a.C., andamos todos como perdidos, buscando algo que nos falta, intentando unir lo que está separado. Y no llegamos a entender que el único lugar donde hay que buscarlo es dentro. En nuestro interior ya existe esa unidad diosa-dios, femenino-masculino… pero la mayor parte del tiempo anda como peleados, en discordia, porque hemos olvidado cómo danzar con esta polaridad, cómo hacernos el amor a nosotras mismas.

En tercer lugar, para la espiritualidad vivida desde lo femenino las grandes enseñanzas de nuestra vida, aquello que nos va a llevar a esa unidad anhelada, no se producen en una cueva esperando la iluminación mientras meditamos… No. Las grandes enseñanzas vienen a través de la experiencia y, en concreto, a través del cuerpo y a través de las relaciones.

Por un lado, el cuerpo es el vehículo a través del que experimentamos la vida y debemos honrarlo. Por otro lado, debemos darnos cuenta que estamos en relación con todo y todo lo que está en nuestra vida actúa como un espejo que nos muestra la relación que tenemos con nosotras mismas y con esa polaridad que hay en nuestro interior.

Las Sacerdotisas de la Diosa eran y son mujeres que viven en sociedad, con roles muy diferentes: son madres, amantes, hijas, hermanas, empresarias de éxito, directoras de multinacionales, líderes de sus comunidades, educadoras, cuidadoras, ingenieras…

Las cualidades de una Sacerdotisa de la Diosa

¿Qué es lo que las diferencias de otras mujeres?

Que viven en conexión con la Diosa y esta Diosa se personifica en la Madre Tierra. Reconocen la ciclicidad y los ritmos orgánicos de la naturaleza, y los respetan. Saben que hay momentos de expansión (momentos Yang) y momentos de recogimiento (momentos Yin). Momentos de accionar y momentos de dejarse ser, y descansar. Que hay momentos de crear y momentos de dejar morir. Luz y oscuridad.

Son mujeres que siguen la rueda medicina del año para ganar en autoconocimiento y sabiduría.

Son mujeres que conocen la medicina de la tierra: los aceites esenciales, las hierbas y plantas medicinales, el poder curativo de las piedras. Y también conocen el lenguaje de las estrellas: se saben conectadas con las fases de la luna, el viaje de los planetas y el autoconocimiento que pueda traer la astrología.

Son mujeres que unen el cielo y la tierra.

Muchas de ellas son también mujeres instruidas, que saben que la Diosa nunca desapareció (por mucho que el patriarcado se empeñara) y que se mantuvo latente, esperando el mejor momento para regresar, escondida bajo el lenguaje simbólico de los poemas místicos, las obras de arte y las catedrales.

Por eso, a veces, sus enseñanzas son escurridizas, porque, durante mucho tiempo, fueron peligrosas para las mujeres que las abrazaban. Eran enseñanzas prohibidas de tanto poder que nos dan y, como muchas de nosotras fuimos quemadas por no renunciar a ellas, en las memorias inconscientes colectivas aún está muy presente esa herida y ese miedo.

El poder que nos ofrece la espiritualidad femenina es la conexión con nuestro útero y sus enseñanzas. Esos úteros en los que reproducimos el ciclar de la naturaleza, creamos vida, parimos a la humanidad y nos conectamos con la Diosa que habita en cada una de nosotras.

Nos hemos desconectado tanto de nuestros cuerpos, nuestros úteros, nuestra sangre y la naturaleza que hemos olvidado que somos las representantes de la diosa en la tierra.

¿Cómo reconocer a una sacerdotisa hoy?

En primer lugar, es una mujer con una presencia poderosa.

Esta presencia tiene que mucho que ver con el hecho de haber reconocido y abrazado su poder, de proyectarse desde ese poder y de mantener una vibración alta. Esta presencia poderosa tiene mucho que ver con habitar nuestro cuerpo, habitar nuestra soberanía. Y esto nos lo proporciona una practica diaria centrada en el corazón, en el enraizamiento, la conexión con la tierra y la conexión con el cielo.

Hace muchos años, cuando trabaja en el Museo Arqueológico Nacional, un día vino a visitarnos la actriz Asumpta Serna… a lo mejor algunas de vosotras ni la conocéis… pero, el caso es que recuerdo que ella tenía una presencia tan poderosa que, sólo estaba paseando por las salas del museo, y todo el mundo se volvía a mirarla, por el modo que tenía de caminar, por la energía que emanaba…. Era impresionante…

Después recuerdo que subí con ella en el ascensor y su energía me envolvió, emanaba de dentro de ella y llenaba todo el espacio… fue muy impactante para mi y fue la primera experiencia que tuve de estar junto a una mujer poderosa… y en ningún momento abrió la boca para decir nada… Impresionante…

Esta presencia poderosa también tiene mucho que ver con practicar una belleza consciente. Es una mujer que se sabe nutrir a un nivel físico, emocional y espiritual, y esto hace que emane de ellas una belleza interior que nada tiene que ver con los cánones de belleza que nos han trasmitido, y que solo nos limitan y encorsetan.

Es una mujer que hace de su estilo algo sagrado, que ritualiza su cuerpo y sus espacios, y que sabe que así encarnan a la diosa.

En segundo lugar, es una mujer que sabe quién es y, sobre todo, sabe quién no es. Ha dejado de ser una hija del patriarcado y sabe que todo lo que llega a su vida va a enseñarle algo.

Cuando corporeizamos las energías de la sacerdotisa en nosotras, nuestra personalidad se convierte en una expresión limpia y directa de nuestra alma… y comenzamos a recordar.


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Sexualidad y Manifestación | Los tres fuegos sagrados

En esta nueva píldora de sabiduría femenina hablamos de sexualidad y poder de manifestación, y de los tres fuegos sagrados que activan nuestro capacidad de creación como mujeres.


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Lo primero y más importante es que me gustaría que entendieras que todo en el cuerpo de la mujer es sexualidad. Pero para entender esto, debemos ampliar el concepto de sexualidad.

La sexualidad va mucho más allá del placer físico y de la capacidad de ser mujeres multiorgásmicas. La sexualidad es una energía de vida y una energía de creación. Todo lo que nos rodea está hecho de energía sexual y cada vez que creamos algo estamos poniendo en funcionamiento nuestra energía sexual.

La energía sexual es una energía cíclica y, en nuestro cuerpo de mujer, se rige por el baile hormonal de nuestro ciclo menstrual. Es, además, una energía que necesita estar en continuo movimiento, para no estancarse, y que siempre está disponible para nosotras… si sabemos cultivarla y co-crear con ella. 

Para diferentes tradiciones ancestrales existen en el cuerpo tres centros que almacenan y transforman nuestra energía sexual en energía de vida y en energía de creación. Y nos permiten conectar con nuestro poder de manifestación. El Tao los llama dantians; el Tantra, chakras. Para las sacerdotisas de la Diosa son los tres fuegos sagrados: el útero, el corazón y el tercer ojo.

El útero: nuestro centro de poder

El útero/útero energético es nuestro centro de poder, el cuenco sagrado en el que habita nuestra energía sexual creativa que materializa y crea la vida. Cultivar la relación con este centro y activar su energía nos permite utilizarla para todo aquello que deseemos crear (desde un proyecto hasta un hijo físico).

Las mujeres nos movemos y vivimos desde el útero, tanto a un nivel físico y emocional, como energético y espiritual.

🌷 Nuestro útero es nuestro primer fuego sagrado y es también el centro a través del que creamos vida. Esto nos convierte en mujeres creadoras y en madres. Toda mujer es una madre por el hecho de tener útero. Si ampliamos el concepto de madre y lo entendemos como una mujer que es capaz de crear vida. Y la vida se manifiesta de múltiples maneras: puede ser a través de un hijo biológico, pero también a través de nuestra capacidad de crear proyectos, empresas, relaciones… En fin, crear la vida que soñamos para nosotras.

El problema es que el útero es un recipiente que absorbe todo lo que entra en «ella», y con eso… crea.

🌷 Imagina que es una olla con la que vas a cocinar una receta exquisita. Los ingredientes que incluyas en ella serán fundamentales para que esa receta se materialice en un plato delicioso. Pues nuestro útero funciona igual.

Por eso, es importante saber qué es lo que estás permitiendo entrar en tu útero.

✨ Las energías que entrar en nuestro útero pueden ser de dos tipos: externas o internas. Ambas dejan una impronta en nuestra «olla» y creará con lo que hayamos metido en ella.

✨ Las improntas externas tienen mucho que ver con nuestras relaciones sexuales, pero también con los programas heredados de nuestro linaje acerca de qué es ser mujer y cómo vivimos la relación con nuestro cuerpo, la sexualidad y el placer.

✨ Las improntas internas están relacionadas con nuestras propias emociones densas (como el miedo o la ira), las heridas de la infancia o las creencias y patrones limitantes (como la carencia, la falta de autoestima o de merecimiento) que hemos ido acumulando a lo largo de nuestra vida.

🌷 Por eso es importante realizar una sanción tántrica del útero, como la que te ofrezco en la escuela. Porque, al hacerla, permitirás que tu útero, tu centro de poder, permanezca vacío y “neutral” y, desde ahí, puedas crear todo aquello que desees.

El corazón: nuestro centro de la pasión

El corazón es nuestro centro de la pasión, la presencia, el amor, la compasión y el ardiente entusiasmo por la vida. La energía emocional de nuestro corazón nutre lo que creamos a través de nuestro útero o útero energético, lo envuelve de la chispa del amor para que madure y se materialice.

🌺 El corazón es nuestro segundo fuego sagrado. Es tan preciado el tesoro que custodia nuestro corazón que, en ocasiones, lo protegemos tanto que terminamos por acorazarlo y, finalmente, apagarlo. Y, con ello, nos alejamos de nuestro poder de creación y manifestación.

🌺 Créeme… sé bien de lo que estoy hablando porque, durante años, tuve el corazón tan protegido que se terminó cerrando y me alejé del sentir.

🌺 También creé un abismo enorme entre mi útero y mi corazón. Y, por mucho que yo deseara crear la vida de mis sueños, tenía el fuego de mi corazón tan apagado (y mi útero tan lleno) que no sabía cómo nutrir todo aquello que pulsaba por nacer en mi centro de creación.

🌺 Las corazas son todos aquellos mecanismos de defensa que creamos para protegernos y para anestesiar el dolor. ⠀

🌺 Cuando entramos en algún aspecto de nuestra vida en el que nos sentimos en peligro, nuestra parte animal e instintiva, que es muy sabia, genera la coraza. Sin embargo, se nos olvida quitárnosla cuando termina la «batalla».⠀

🌺 A veces, en la vida, tenemos que librar batallas y no podemos quitarnos todas las corazas. Pero hay que saber cuándo ponerlas y cuándo quitarlas.⠀

🌺 Es importante saber de qué están hechas nuestras corazas y darles el valor que se merecen, porque nos salvaron la vida en un momento determinado. Pero también es importante deshacernos de aquellas que ya no nos sirven, porque pueden estar impidiendo que nos desarrollemos y vivamos en plenitud. ⠀

✨ Para eso, la Danza Küyen® que realizamos en la escuela es una gran aliada. A través de ellas, hacemos alquimia emocional y permitimos que se disuelvan las corazas que nos impiden brillar y conectar con todo nuestro poder de creación

EL TERCER OJO: NUESTRO CENTRO DE LA INTENCIÓN

El tercer ojo es nuestro centro de la sabiduría, la intuición y la intención, el centro de nuestra poderosa energía mental.

Nuestros pensamientos crean nuestra realidad y el poder de nuestra mente es tan inmenso que, allí donde ponemos nuestro foco y nuestra intención, ahí es hacia donde se dirigirá nuestra energía de creación.

Por eso es importante que tomemos conciencia de los pensamientos que estamos teniendo y de cómo estos están afectando a nuestro campo energético y a nuestro proceso de manifestación.

🌷 Por ejemplo, hace un par de días quedé con una amiga para comer y me pasé casi toda la comida quejándome, hasta que me di cuenta de lo mucho que me estaba bajando la energía y lo que realmente estaba mostrando esto: la queja me conecta con mi propia autoexigencia y crítica interna… y terminaba conectado con la víctima en mi que no asume responsabilidad por la realidad que está creando.
 
🌷 Somos humanas y todas tenemos un mal día. Al tomar conciencia de mi estado de queja, estoy activando mi tercer fuego sagrado y este pequeño despertar me está ayudando a volver de nuevo a mi centro para observarme desde una mirada de águila.

🌷 Este pequeño despertar también me ayuda a activar mi segundo fuego sagrado, mi corazón, para sentir compasión y amor hacia mi misma, bajar los niveles de autoexigencia y entender de dónde vienen y cómo puedo llevar sanación a esa herida. De este modo, puedo evitar que esa emoción densa generada por mi queja constante deje una impronta en mi útero.

🌷 La observación de nosotras mismas para tomar conciencia es algo que debemos hacer 24 horas al día, los 365 días del año porque es lo que nos va a llevar a darnos cuenta de los patrones y creencias limitantes que bloquean nuestros procesos de manifestación, nos hacen bajar nuestra vibración, perder la confianza y la fe, y bloquear nuestro canal de creación.

a modo de conclusión…

Estos tres fuegos sagrados trabajan juntos para transformar la energía sexual en energía de vida (nos ayuda a sanar) y en energía de creación (nos ayuda a manifestar). Y, como todo fuego, puede cocinar la comida más exquisita o quemarla. Todo depende de la intensidad, de los bloqueos y de la conexión que haya entre ellos.

🌷Las activaciones del útero que realizamos en la escuela nos ayudan a encender nuestros tres fuegos sagrados y abrir nuestro canal creativo para que toda nuestra energía esté disponible para todo aquello que deseemos.

Espero de corazón que te haya gustado esta nueva entrega de píldoras de sabiduría femenina para la vida cotidiana. Nos vemos la semana que viene.


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