Luna nueva en Leo | Abrazar mi soberanía creativa

La Luna nueva el Leo nos invita a abrazar nuestra soberanía creativa y a romper con todo aquello que frena nuestra expresión auténtica. Te cuento más en esta nueva Píldora de Sabiduría Femenina para la vida cotidiana.

El poder creador de la luna nueva

Toda luna nueva es un momento especial porque las dos fuerzas primordiales de la naturaleza: la energía femenina, simbolizada en la Luna, y la energía masculina, simboliza en el Sol, es unen unen en la bóveda celeste para hacer el amor. Y nosotras nos sintonizamos con esa energía a través de nuestros úteros energéticos y nos preñamos de nuestras propias creaciones, para ver cómo se manifiestan seis meses después. 

La energía disponible nos la ofrece el signo en el que se está dando la lunación y las conversaciones que la luna y el sol están teniendo con los demás planetas en la bóveda celeste. Como siempre digo, es como si los dos amantes se fueran a pasar un fin de semana a un hotel para jugar y allí se encontrarán con diferentes huéspedes que les van a aportar diferentes cualidades para que el juego sea diferente cada vez, aunque estén en el mismo signo, aunque estén en el mismo hotel.

Luna nueva el Leo, mi soberanía creativa

Esta lunación se da en el signo de Leo y Leo es el signo del corazón y del fuego creativo. Nos conecta con el arquetipo de la Mujer Solar, la reina soberana que está sentada en su trono y que sabe cómo manifestar todo aquello que desea.

Venimos del signo de Cáncer y del arquetipo de la Mujer Creadora, de esa mujer que sabe preñarse de sus propias creaciones y sabe nutrirlas. Leo es el arquetipo de la mujer que ya ha parido esas creaciones, sabe cuales son sus dones y sus talentos, y sabe poner todo aquello que ha creado al servicio de la comunidad. 

Es una mujer que conoce su brillo y que sabe que puede ser faro de luz que ilumina el camino del empoderamiento para otras mujeres. Es una líder que sabe actuar desde el corazón. 

Y recuperar este modo de liderar desde lo femenino es muy importante. Porque el patriarcado nos ha enseñado que liderar es competir, liderar es es hacer pequeños a los demás para que no me hagan sombra, liderar es pasar por encima y robar luz a otros para brillar. 

El liderazgo vivido desde lo femenino es otra historia. Liderar desde el corazón es conocer cuales son tus dones y talentos, y ponerlos al servicio de la comunidad. Pero es más. Es saber reconocer los dones y los talentos de los miembros de tu comunidad para potenciarlos y que sirven a un bien mayor: la comunidad, el proyecto, la familia… 

Es entender que todos tenemos un brillo único y que cuando robo luz de alguien también me la estoy quitando a mi. 

Asi que esta lunación es un buen momento para conectar con todo mi potencial creativo, con todo ese fuego creador que me hace única e irrepetible, y mostrarlo al mundo, con pasión, alegría, nobleza y valentía.  

Sin embargo, en energía baja, Leo nos puede llevar a actuar desde el ego, desde la herida que nos hace necesitar ser vistas o ser admiradas, también desde el orgullo y la arrogancia. 

Asi que debemos observar muy bien desde donde estoy creando, desde donde estoy sembrando las intenciones de esta lunación, porque esta Luna nueva en Leo nos ofrece una energía muy expansiva, va a magnificar todo lo que sembremos. 

¿Por qué? POr las conversaciones que tienen la Luna y el Sol en este momento. 

Las conversaciones de la Luna nueva en Leo

Júpiter en Aries

La conversación principal la tienen con Júpiter en Aries y es una conversación muy fluida. Jupiter es el gran benefactor del zodiaco, todo lo que toca lo expande. Por eso es importante darnos cuenta desde dónde estamos sembrando estas nuevas creaciones: desde la luz o desde la sombra. 

Jupiter nos pide que reconozcamos nuestro liderazgo y nuestra soberanía creativa, la capacidad que tenemos como mujeres de crear la vida que deseamos. Y nos pide que nos conectemos con la frecuencia del corazón para darnos con generosidad y nobleza. Nos pide conectar con nuestra esencia, con esa niña interior mágica, juguetona y alegre, y que desde ahí nos expandamos. Conocer el signo y la casa en la que se encuentra tu Sol natal te va a dar muchas pistas de los recursos, dones y talentos únicos que traes para aportar al mundo. 

Esta lunación, en conversación fluida con Júpiter, nos pide también que tomemos todo ese fuego creativa que tenemos dentro y que lo utilicemos para llevarnos al cambio. 

Mercurio en Leo y la triple conjunción en Tauro

¿Por qué al cambio? Por la segunda conversación que se está dando en Leo en este momento. Esta conversación no es directamente con la Luna y el Sol, pero digamos que está pasando en la misma habitación en la que están los amantes. Así que está dentro de todo el paquete energético de esta luna nueva en Leo. 

Esta conversación es la que están teniendo Mercurio en Leo en cuadratura a Urano, Nodo Norte y Marte en Tauro. Y es una conversación tensa. 

La triple conjunción en Tauro es electrizante. Cualquier cosa puede pasar. Así que lo que nos encontramos aquí es una tensión creativa. Hay un impulso que nos lleva a romper todo aquello que frena nuestra expresión auténtica, el mostrarnos al mundo tal y como somos. 

Todo lo que no está alineado con el propósito de la nuestra alma y lo que hemos venido a hacer en esta encarnación, se va a caer: ya sean trabajos, relaciones, amistades… en modo antiguo que tenía de relacionarme conmigo misma, con los demás…

Sembrar nuestras intenciones

Es un momento que nos pide despertar nuestro valor y nuestra fuerza interna, aceptarnos tal y como somos, aceptar los deseos de nuestro corazón (y a veces esto no es nada fácil) y, desde ahí, abrirnos al cambio, la liberación y la evolución.

Es una buena lunación para trabajar el amor propio, la confianza en nosotras mismas. En saber que merecemos todo lo mejor y que, desde nuestra soberanía creativa, somos capaces de crear la vida que deseamos. 

Hay que tener cuidado con el ego, con movernos y actuar desde la herida, y también con la impaciencia que podemos estar sintiendo con la triple conjunción en Tauro. Por eso es importante bajar al cuerpo y movernos desde la fluidez y la flexibilidad. 

En La Espiral, la membresía de la escuela, tienes sesiones especiales de Danza Küyen para esta lunación y también el círculo ritual, en el que, a través de la magia sexual, sembramos en nuestros úteros energéticos las semillas de lo que deseamos ver manifestado en los próximos meses. 

Feliz lunación. 

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La Alquimia de la Rosa

El significado de la rosa y la memoria original de la Humanidad

Desde antiguo, la Rosa simboliza nuestra alma y su frecuencia nos conecta con los códigos del amor como esa vibración que da origen a toda la creación, de la que todo procede y a la que todo vuelve. 

Durante mucho tiempo, la Humanidad vivió en conexión profunda con esta frecuencia de altísima vibración, que le llevaba a sentir y experimentar esa conciencia a través de la que se sentía en unión con todo lo creado. 

La Madre, origen y fuente de la creación, presidía la vida en la Tierra, y su sabiduría nos hizo vivir en paz, armonía, equilibrio y belleza.  

Sin embargo, en algún momento, la Humanidad cayó en el olvido y se produjo una separación profunda con esta fuente de la creación. Entonces, olvidamos nuestro origen divino, nos separamos de Gaia y su ritmo cíclico, nos desconectamos del cuerpo y de las leyes orgánicas de la creación, la abundancia y la manifestación. Cerramos nuestro corazón y dejamos de vibrar en la frecuencia del amor. 

En su inmensa sabiduría, la Madre nos dejó la tecnología que la Humanidad necesitaba para volver al corazón, recordar su vibración amorosa y restaurar la memoria original.

La Espiral de la Rosa, la tecnología para recuperar la memoria original

Esta tecnología se conoce con el nombre de la Espiral, el Camino o el Laberinto de la Rosa, y fue custodiada, durante milenios, por sacerdotisas iniciadas y guardianes de la sabiduría ancestral, que tuvieron que esconderse, por miedo a ser quemados, torturados y asesinados, hasta que llegara un tiempo en que la Humanidad estuviera preparada para recordar.

Ese tiempo ha llegado. 

Tal y como se me ha transmitido (o, quizás, recordado), la Espiral de la Rosa se compone de cinco rosas que contienen diferentes códigos en función de su color

Alquimistas de la Rosa

Rosa Azul > Es la frecuencia de la Madre Cósmica, la fuente de la creación, que se suele representar como una paloma que baña a la Humanidad de Amor incondicional, a través de la geometría sagrada y los códigos de luz. Al abrazar esta rosa nos convertimos en canal que une Cielo y Tierra, y activamos la voz oracular de nuestro útero, como lo hacían las antiguas pitonisas, las sacerdotisas de Pitia, la serpiente.

Rosa Negra > Es la frecuencia de la Dragona y de las líneas telúricas de Gaia. Es la reina de la muerte y la transformación. Nos ayuda a dejar morir todas las partes de nosotras mismas que han sido quemadas, perseguidas o aún están vibrando en el arquetipo de la víctima. Nos ayuda a transmutar las heridas y los traumas que nuestra alma viene cargando vida tras vida, generación tras generación. Al activarla nos conecta con la sabiduría ancestral y sana nuestro linaje femenino.  

Rosa Roja > Es la frecuencia de los códigos del Sagrado Femenino. Nos ayuda a bucear en nuestras profundidades para abrazar nuestras sombras a través de los misterios de la Sangre, los ritos del útero y la sexualidad sagrada. Al activarla, activamos el grial, la copa o el cáliz: el espacio uterino magdal. Y activamos también en nosotras la memoria de las antiguas Nagas, las iniciadoras de la sexualidad sagrada.

Rosa Blanca > Es la frecuencia de los códigos del Sagrado Masculino. Nos ayuda a sanar la energía masculina dentro de nosotras y a reconectar con la memoria original de los hijos de Gaia. Al activarla, activamos los códigos de la espada, abrimos nuestro canal, nos llevamos hacia la luz, y sanamos nuestras relaciones y nuestro linaje masculino. 

Rosa Rosa > Es la frecuencia del amor incondicional, la inocencia y la pureza. El espacio de neutralidad a través del que activamos la Llama Magdala. Al activarla se produce la unión sagrada de nuestras polaridades internas y entramos en la conciencia de unidad. 

Es entonces cuando abrazamos nuestra soberanía, nos sentamos de nuevo en nuestro, e irradiamos nuestra luz y nuestra divinidad al mundo. Nos convertimos en alquimistas de la rosa.  

Las Sacerdotisas de la Rosa

El 21 de septiembre comenzamos el programa de formación Sacerdotisas de la Rosa. En este programa conocerás cómo activar las 5 rosas en ti y cómo convertirte en una alquimista de la rosa, para poder también acompañar a otras mujeres y hombres en este viaje en espiral hacia nuestra maestría interior y nuestra soberanía creativa

Las mujeres somos portales entre el cielo y la tierra, y junto a los hombres somos responsables de crear esta vieja nueva humanidad que recuerda cómo vibrar en la frecuencia de la quinta dimensión.

Si sientes la llamada, te te espero en el programa de formación. Las plazas son limitas y tenemos una promoción por pronto pago hasta el 22 de julio, festividad de María Magdalena, la última de las sumas sacerdotisas que custodiaron el legado del Divino Femenino.

Stella Maris, la diosa Isis y las Sacerdotisas de la Rosa

En la Antigua Roma existían tres festividades dedicadas a la diosa Isis. Dos de corte aristocrático: la Navigium Isidis y las Isideias; y otra de corte popular, vinculada a los gremios de pescadores, en la que Isis era venerada bajo la advocación de Stella Maris. En esta nueva píldora de sabiduría femenina para la vida cotidiana nos adentramos en sus misterios y su relación con las Sacerdotisas de la Rosa.

Navigium Isidis: la nave de Isis

La Navigium Isidis (La nave de Isis) se celebraban en marzo, en la primera Luna llena después del Equinoccio de Primavera. Durante esta festividad, se formaba una procesión donde la estatua de la diosa era sacada del templo, portada por sacerdotes con un cortejo con música y danza, donde determinados personajes iban enmascarados (con las denominadas máscaras de Anubis).

Esta imagen era llevada hasta la costa y embarcada en una nave de madera decorada con ofrendas florales, dando paso, simbólicamente, al inicio de la temporada de navegación y comercio marítimo

Apuleyo, en El Asno de Oro, nos narra estas festividades: «En medio de estas alegres mascaradas que infestaban las calles, la pompa especial de la diosa protectora se puso en movimiento. Mujeres vestidas con lienzos blancos, coronadas de guirnaldas primaverales y llevando satisfechas distintos atributos, esparcían flores por el camino que debía seguir el sagrado cortejo. Otras llevaban en la espalda pulidos espejos, para que la diosa, al avanzar, pudiese contemplar ante sí la solicitud de la muchedumbre que seguía. 

Algunas llevaban peines de marfil, y moviendo cuidadosamente manos y brazos, hacia ademán de peinar a su reina. Finalmente, otras regaban abundantemente las calles, dejando chorrear gota a gota bálsamos y perfúmenos exquisitos. Además, una numerosa muchedumbre de ambos sexos, llevaba faroles, antorchas, cirios y otra suerte de iluminaciones a fin de lograrse el favor de la diosa de los astros que brillan en el firmamento con estos luminosos emblemas. Seguían luego deliciosas sinfonías; los caramillos y las flautas producían los más dulces acuerdos. Luego venía un coro de jóvenes artistócratas, vestidos con trajes blancos de gran valor, que repetían alternativamente un cántico escrito por un hábil poeta, bajo la inspiración de las musas».

Con la tradición católica la Navigium Isidis se dividió en dos festividades complementarias: la Pascua (la resurrección después del Equinoccio de Primavera) y Carnaval (carrus navalis, la procesión de las máscaras), tomando ambas también elementos de la tradición celta.

Isidias: los misterios de Osiris

Las Isideias, por su parte, se celebraban entre el 26 de octubre y el 3 de noviembre, y en ellas se representaba ritualmente los Misterios de Osiris, en correspondencia con las fiestas de igual temática del mes de Joiak, que se llevaban a cabo anteriormente en varias ciudades egipcias para conmemorar los principales episodios del mito de Osiris: su asesinato por Seth, su momificación por Isis y Anubis, y su victoria sobre la muerte.

Similar a una obra de teatro de la pasión medieval, los ritos consistían en una representación de las principales escenas dramáticas de la vida y muerte de Osiris, desde la búsqueda angustiosa de Isis hasta el júbilo cuando se encuentran las partes desmembradas del cuerpo del dios y su esposa logra recomponerlo, devolverlo a la vida y engendrar a Horus.

Las fiestas terminaban con una alabanza a Isis, verdadera protagonista de los ritos osiríacos, ya que si, en la Navigium Isidis aparecía como Diosa dadora de vida, en las Isideias, era la Diosa portadora de la Muerta y la magia de la resurrección.

La tradición católica haría coincidir estas festividades con la celebración de Todos los Santos; una festividad que también tomaría elementos del paganismo celta y la celebración de Samhain. Con el contacto con la tradición mexicana, esta imagen de Isis se asociaría también a la Virgen de Guadalupe.  

Stella María, la diosa Isis y las Sacerdotisas de la Rosa

Stella Maris y la Estrella Sirio

Entre el 16 y el 19 de julio se celebraban las fiestas populares vinculada al gremios de pescadores, donde Isis era venerada en su advocación de Stella Maris, la Estrella de los Mares.

Esta festividad estaba vinculada a la estrella Sirio que, en las madrugadas del mes de julio, se levantaba por el Mediterráneo oriental, indicando a los marineros el momento más propicio para salir a faenar. 

El ritual, al igual que la Navigium Isidis (pero en su versión popular), consistía en sacar en procesión una imagen de la diosa Isis hasta una barca de madera donde era paseada desde la playa o el puerto para pedir su bendición. Las fiestas terminaban el 19 de julio, donde era proclamada como la Diosa Verde o Señora del Pan.

La tradición cristiana convertiría esta festividad en la Virgen del Carmen, patrona de los marineros. Aún hoy, las costas mediterráneas, desde España a Egipto, se llenan de flores y procesiones en alabanza a Nuestra Señora, la de los mil nombres.

Stella Maris, la diosa Isis y las Sacerdotisas de la Rosa

Ella misma se define así: «Soy la madre de la inmensa naturaleza, la dueña de todos los elementos, el trono que da origen a las generaciones, la suprema divinidad, la reina de los Mares, la primera entre los habitantes del Cielo, la encarnación única del dios y la diosa; las luminosas bóvedas del cielo, los saludables vientos del mar, los silencios desolados de los infiernos, todo está a merced de mi voluntad; soy la divinidad única a quien venera el mundo entero bajo múltiples formas, variados ritos y los más diversos nombres. Los frigios […] me llaman diosa de Pessimento y madre de los dioses […];  Venus Pafia para los isleños de Chipre […] y los egipcios poderosos por su antigua sabiduría me honran con un culto propio y me conocen por mi verdadero nombre: soy la reina Isis» (Apuleyo, El asno de Oro, XI. Madrid: Gredos, 5º ed., p. 325).

Isis, la Madre Celestial

Más hacia el Oriente, entre los pueblos semíticos, se adoraba a la Gran Virgen Celeste o Madre Celestial, una de cuyas formas era Astarté, conocida como Ishtar en Babilonia  o Asherá entre los pueblos hebreos. Los sumerios la identificarían con Inanna, los griegos con Afrodita y los romanos con Venus. 

Observa esta progresión en los nombres: Isis – Ishtar – Inanna / Asherá – Astarté- Afrodita.

La asociación entre Isis, la estrella Sirio, y el planeta Venus se produjo a través de lo que se llama el sincretismo religioso. Desde nuestro punto de vista aquí en la Tierra, Venus es la «estrella» más brillante en el firmamento (más incluso que Sirio) y tiene dos momentos de especial importancia: cuando es Estrella de la Mañana (última «estrella» que se ve antes del amanecer) y cuando es Estrella de la Noche (primero «estrella» que se ve antes del anochecer). 

Desde antiguo, los marineros la tomaron como referencia para orientar su vuelta al hogar, partiendo de la brújula que les proporcionaba la Rosa de los Vientos. En esta rosa de 32 pétalos se incluía tanto los vientos como las denominadas estrellas del mar (Sirio y la Estrella Polar). En esta brújula el norte estaba marcado por una flor de lis… ¿Te suena?

Sí, es el emblema de María Magdalena y sus sacerdotisas, las Sacerdotisas de la Rosa. El faro de luz, la guía a seguir en el camino hacia el Cristo… «para no zozobrar en medio de la tormenta que lanza olas en el mar» (Pascasio Radbertus, siglo IX).

«[Porque Yo] Soy la divinidad única a quien venera el mundo entero bajo múltiples formas, variados ritos y los más diversos nombres…».