Samhain: en el corazón de la Rosa Negra

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La festividad de Samhain es un portal hacia lo desconocido, un momento en que el velo entre mundos se vuelve etéreo, permitiéndonos conectar con el misterio de la muerte, la introspección y la transformación. Esta noche oscura nos invita a navegar en las aguas de nuestro propio subconsciente, donde habita el potencial de lo que hemos de dejar ir y el espacio sagrado de lo que está por renacer.

Para nosotras, las mujeres que abrazamos el Camino de la Rosa, Samhain representa el florecimiento de la Rosa Negra: la manifestación del poder que surge cuando miramos a los ojos a nuestra sombra. En este viaje, nos permitimos desnudar el alma, para reconocer lo oculto y dar espacio para que nuestras sombras se transformen en sabiduría y fortaleza.

El origen místico de Samhain

El origen místico de Samhain lo encontramos en las antiguas tradiciones celtas y es una festividad que marcaba el final del tiempo de la cosecha y el inicio del invierno. Es un momento de agradecimiento a la tierra y a los espíritus de los ancestros, de honrar los ciclos de vida, muerte y renacimiento que gobiernan el universo. En la mitología celta, es también un tiempo de comunión con la Diosa Oscura, aquella que guarda los misterios del invierno y de la transformación silenciosa.

Las sacerdotisas de las sociedades ancestrales celebraban Samhain con ceremonias nocturnas en las que invocaban el poder de la muerte como una aliada, como una parte ineludible de la vida que nos invita a dejar atrás lo que ya no sirve, para renacer. 

La Rosa Negra, símbolo del misterio y del duelo sagrado, aparece en Samhain como emblema de ese proceso de rendición y aceptación de nuestra propia oscuridad.

La Rosa Negra: símbolo de sabiduría oculta y transformación

La Rosa Negra, como uno de los símbolo del linaje de la Rosa Mystica, nos recuerda el poder de mirar más allá de lo evidente y abrazar el misterio. Es un símbolo de dualidad: en su oscuridad habita tanto el dolor como la promesa de un nuevo comienzo. Para las Sacerdotisas de la Rosa, Samhain es un momento de metamorfosis en el cual la energía se retira hacia el interior, donde puede gestarse el próximo ciclo de vida.

Al permitirnos tocar esta oscuridad, recordamos que no somos sólo luz, sino que en nuestros corazones vive la fuerza de la noche. La Rosa Negra nos llama a celebrar aquello que solemos esconder, nos invita a adentrarnos en nuestros miedos y en nuestra vulnerabilidad. En este lugar de sombra, encontramos las semillas de la verdadera transformación.

El ritual de Samhain: un círculo de renacimiento

En la tradición de Rosa Mystica, la celebración de Samhain es un Akelarre, un círculo sagrado en el que honramos la muerte como una fase esencial de nuestro ciclo vital. Este ritual nos ofrece una oportunidad para conectar con el linaje ancestral de las mujeres que caminaron antes que nosotras, con su sabiduría y su coraje para enfrentar la vida y la muerte como un todo indivisible.

Estos Akelarres solían incluir tres prácticas fundamentales:

  1. Danza Sagrada Ritual: nos movemos en espiral, como un símbolo de nuestra conexión con los ciclos de la vida y, en esta ocasión, bailamos con la muerte. La danza nos conecta con la tierra y nos permite liberar miedos, angustias y emociones estancadas, abriendo espacio en nuestro cuerpo-templo para lo nuevo.
  2. Conexión con el Útero: a través de prácticas de respiración consciente y visualización, conectamos con el poder generativo de nuestro útero, un espacio de creación y transformación. En Samhain, este espacio se convierte en el caldero alquímico donde nuestros miedos se disuelven y dan lugar al renacimiento.
  3. Trabajo de Sombra: guiadas por la sabiduría de las Sacerdotisas de la Rosa, nos aventuramos a explorar nuestras sombras. Permitimos que nuestros aspectos reprimidos, aquellos que suelen estar ocultos bajo la superficie, sean vistos y aceptados. Este es un acto de amor y coraje, un recordatorio de que toda luz proviene de la oscuridad.

La Rosa Negra y el ciclo de la vida y la Muerte

La festividad de Samhain también nos recuerda que somos parte de la naturaleza y de sus ciclos. Así como la naturaleza suelta sus hojas en otoño, nosotras estamos llamadas a soltar todo aquello que ya ha terminado su ciclo en nuestra vida: relaciones, amistad, trabajos… La muerte no es un final, sino una transición; nos recuerda que debemos fluir con los ciclos, morir y renacer una y otra vez.

Honrar la Rosa Negra es aceptar que en cada pérdida hay una promesa de renovación. La muerte nos permite vivir más plenamente al desprendernos de lo que ya no nos sirve. Nos enseña a vivir en gratitud, a ver belleza en la impermanencia y a comprender que todo lo que amamos está destinado a cambiar y a transformarse.

Samhain y el poder de la vulnerabilidad

Samhain nos invita a dejar de lado nuestras máscaras, a permitirnos ser vulnerables. La vulnerabilidad, lejos de ser una debilidad, es una puerta hacia el amor propio y la autenticidad. Al aceptar nuestras propias sombras, desarrollamos una compasión profunda hacia nosotras mismas y hacia los demás, encontrando en la Rosa Negra una maestra que nos enseña cómo hacer alquimia emocional.

Este momento del año, cuando la noche se extiende y los días se acortan, nos llama a abrazar el misterio de la vida. La Rosa Negra florece en la noche, recordándonos que, incluso en los momentos más oscuros, hay belleza y crecimiento.

El legado de las Sacerdotisas de la Rosa

En la Escuela Rosa Mystica, Samhain es una invitación a continuar el legado de las Sacerdotisas de la Rosa, quienes reconocieron el poder de la muerte como un acto de transformación y renacimiento. En cada círculo, en cada Akelarre, honramos su sabiduría y su valentía, y llevamos su mensaje hacia el futuro.

Celebramos Samhain con el entendimiento de que en cada una de nosotras reside el poder de la vida y de la muerte, y que al rendirnos a esta danza, renacemos más fuertes, más conectadas y más libres. Como guardianas del Linaje de la Rosa, abrazamos nuestra propia oscuridad, sabiendo que en ella reside nuestro poder y una fuerza inigualable.

Conclusión: Samhain como Renacimiento

Samhain es un recordatorio de que el verdadero poder reside en la aceptación de la totalidad de nuestro ser. En el corazón de la Rosa Negra, encontramos la paz de ser completas, de ser mujeres que se abrazan tanto en la luz como en la sombra.

Al caminar juntas en este Akelarre, recordamos que somos parte de un linaje de mujeres que han danzado en la oscuridad, que han transformado el dolor en fuerza y la muerte en vida. La Rosa Negra nos guía en esta travesía, mostrando que en nuestra oscuridad y vulnerabilidad está la semilla de nuestro poder.

Cómo despertar tu poder femenino a través de la espiritualidad

Rosa Mystica_Como despertar tu poder femenino a traves de la espiritualdiad

El poder femenino es una energía profundamente transformadora que habita en cada mujer. Es una fuerza intrínseca, conectada con la naturaleza, la intuición, la creatividad y la capacidad de sanar y nutrir. Sin embargo, en muchas ocasiones, debido a las demandas de la vida moderna, este poder permanece dormido o ignorado. La buena noticia es que este poder puede ser despertado a través de la espiritualidad. Al reconectar con nuestra esencia femenina, podemos activar ese poder que está latente dentro de nosotras, logrando una mayor paz interior, claridad y fortaleza.

En este post, exploraremos qué es realmente el poder femenino, cómo se vincula con la espiritualidad, y ofreceremos prácticas espirituales concretas para despertarlo y fortalecerlo. Además, te compartiremos un ritual sencillo para que empieces a integrar estas enseñanzas en tu vida diaria.

¿Qué es el poder femenino?

El poder femenino no tiene que ver con fuerza física ni con la capacidad de dominar, sino con una energía que fluye naturalmente desde nuestro ser interior. Es una fuerza de creación, transformación y sanación, que surge de la capacidad de sentir profundamente, intuir y conectar con otros a nivel emocional y espiritual. Este poder está íntimamente ligado a los ciclos de la naturaleza y a los ciclos de la vida y el cuerpo de las mujeres, como los ciclos menstruales, la maternidad y el envejecimiento.

Históricamente, la sociedad patriarcal ha reprimido esta energía femenina. En muchas culturas, el rol de las mujeres ha sido reducido o limitado, lo que ha provocado que muchas se desconecten de su propia fuerza interna. A lo largo del tiempo, esta desconexión ha generado bloqueos emocionales y espirituales, dejando a muchas mujeres sintiéndose vacías o desalineadas.

El despertar del poder femenino implica redescubrir la sabiduría ancestral que vive en cada mujer. Arquetipos femeninos como la diosa, la madre, la sacerdotisa y la curandera nos recuerdan que, a lo largo de la historia, las mujeres han sido guardianas de los misterios de la vida y la muerte, y poseedoras de una profunda intuición y conexión con lo divino.

La Espiritualidad como camino para despertar el poder femenino

La espiritualidad es un camino poderoso para reconectar con el poder femenino. A lo largo de la historia, muchas tradiciones espirituales han honrado lo femenino como una fuerza vital. Por ejemplo, en las religiones antiguas, las diosas eran veneradas como representaciones de la fertilidad, la sabiduría y la protección. Estas deidades femeninas simbolizaban el equilibrio entre la creación y la destrucción, la luz y la oscuridad, la vida y la muerte.

Hoy en día, la espiritualidad sigue ofreciendo un espacio seguro para que las mujeres puedan explorar y reconectar con su poder femenino. A través de prácticas como la meditación, la danza, el yoga, el chamanismo o los círculos de mujeres, podemos cultivar nuestra energía femenina y despertar nuestras cualidades más profundas.

La conexión entre la espiritualidad y el poder femenino radica en el reconocimiento de que somos parte de un todo más grande, de una red energética que fluye a través de nosotros y del universo. Despertar el poder femenino significa alinearse con esta energía universal, reconociendo que la espiritualidad no es algo externo, sino algo que vive dentro de nosotras.

Prácticas espirituales para despertar el poder femenino

Existen diversas prácticas espirituales que pueden ayudarnos a despertar nuestro poder femenino. Estas prácticas no solo fomentan el autoconocimiento, sino que también nos permiten conectarnos con otras mujeres y con las fuerzas de la naturaleza. A continuación, te presentamos algunas de las más efectivas:

1. Meditación para conectar con la Feminidad Sagrada

La meditación es una herramienta poderosa para entrar en contacto con nuestra esencia femenina. Puedes comenzar tu práctica de meditación creando un espacio sagrado en tu hogar, con velas, cristales y elementos de la naturaleza que te inspiren. Durante la meditación, visualiza una luz cálida y brillante que surge de tu vientre, el centro de tu poder creativo y emocional.

La respiración consciente también es clave para esta práctica. Inhala profundamente, sintiendo cómo el aire nutre cada parte de tu cuerpo, y exhala, liberando cualquier tensión o bloqueo emocional. Mientras meditas, repite afirmaciones como «Conecto con mi poder femenino» o «Soy una mujer fuerte, intuitiva y sabia». Estas afirmaciones refuerzan la conexión con tu energía interior y te ayudan a cultivar un sentido profundo de confianza en ti misma.

2. Rituales lunares

La luna ha sido desde tiempos antiguos una guía para las mujeres, ya que sus ciclos están estrechamente relacionados con los ciclos menstruales y los cambios emocionales. Los rituales lunares son una práctica espiritual que te permite reconectar con los ritmos naturales de tu cuerpo y de la tierra.

Durante la luna nueva, puedes realizar un ritual de intención, donde siembras nuevos deseos o proyectos que quieres manifestar en tu vida. Por otro lado, la luna llena es un momento ideal para soltar aquello que ya no te sirve. Durante esta fase, puedes hacer un ritual de liberación, escribiendo en un papel todo aquello que deseas dejar ir, y luego quemarlo como un acto simbólico de transformación. Puedes profundizar más en este tema aquí>>

3. Escritura consciente y reflexión

La escritura es una forma profunda de autoconocimiento. Dedicar tiempo a escribir sobre tus emociones, deseos y experiencias espirituales te permitirá entenderte mejor y despertar tu poder femenino. Llevar un diario de reflexión puede ser una práctica diaria o semanal, donde plasmes tus pensamientos y emociones sin juicios ni expectativas.

Además, puedes hacer uso de preguntas poderosas que te ayuden a explorar tu interior, como: «¿Qué aspectos de mi feminidad he estado negando?» o «¿Cómo puedo integrar más mi energía femenina en mi vida cotidiana?».

Si estás en tus años fértiles, puedes también conectar esta práctica de escritura creativa con tu ciclo menstrual y llevar un registro de los cambios físicos, emocionales, energéticos y espirituales que se producen en cada fase. Te ayudo a hacerlo aquí>>

4. Círculos de Mujeres

Los círculos de mujeres son espacios sagrados donde las mujeres pueden reunirse para compartir sus experiencias, apoyarse mutuamente y realizar prácticas espirituales. En estos círculos, las mujeres se conectan con su poder femenino a través de rituales, danzas, cantos y conversaciones sinceras.

Participar en un círculo de mujeres te permite sentir el apoyo de la comunidad y recordar que no estás sola en tu viaje de despertar. Estos espacios fomentan la sanación colectiva y el crecimiento personal, y son una herramienta valiosa para explorar y cultivar tu feminidad sagrada.

5. Conectar con la naturaleza

La naturaleza es una fuente inagotable de energía femenina. Pasar tiempo en la naturaleza, ya sea con un baño de bosque, caminando descalza sobre la tierra, bañándote en un río o simplemente contemplando el cielo, te permite reconectar con los ritmos naturales de la vida y sentirte en armonía con el universo.

La práctica del «earthing» o contacto con la tierra, por ejemplo, es una forma de liberar el estrés y las tensiones acumuladas, al mismo tiempo que absorbes la energía vital de la Madre Tierra. Esta simple práctica te conecta con tu esencia femenina y refuerza tu vínculo con la naturaleza.

Ritual para despertar tu diosa interior

Si deseas comenzar a despertar tu poder femenino, un ritual sencillo pero profundo puede ayudarte a abrir este canal de energía. A continuación, te ofrecemos una guía paso a paso para realizar un ritual que honre a tu diosa interior:

Materiales necesarios:

  • Una vela blanca (representa la pureza y la luz interior).
  • Cristales (como cuarzo rosa o amatista, para la sanación emocional).
  • Un cuenco pequeño de agua (símbolo de la energía femenina).
  • Música suave o instrumental.

Pasos para el ritual:

  1. Preparación del Espacio: Encuentra un lugar tranquilo en tu hogar, preferiblemente donde no seas interrumpida. Coloca los elementos del ritual en un pequeño altar, con la vela en el centro.
  2. Encendido de la Vela: Enciende la vela y siéntate frente a tu altar. Cierra los ojos y respira profundamente varias veces, sintiendo cómo tu cuerpo se relaja.
  3. Visualización: Visualiza una luz dorada en tu vientre, el centro de tu energía femenina. Mientras respiras, imagina cómo esta luz crece y se expande, llenando todo tu cuerpo con calidez y amor.
  4. Afirmaciones: Repite afirmaciones en voz alta, como: «Despierto mi poder femenino», «Honro a la diosa dentro de mí» o «Estoy conectada con la energía femenina del universo».
  5. Cierre: Cuando sientas que la energía ha sido activada, apaga la vela y agradece por la experiencia. Puedes cerrar el ritual con una pequeña meditación en silencio.

Conclusión

Despertar tu poder femenino a través de la espiritualidad es un camino de autodescubrimiento y sanación. Al integrar prácticas como la meditación, los rituales lunares, la escritura consciente y la conexión con la naturaleza, puedes comenzar a sentir cómo tu energía femenina se expande y te guía hacia una vida más plena y auténtica.

Recuerda que el despertar del poder femenino es un proceso continuo. No se trata de llegar a un destino, sino de mantener viva esa conexión espiritual cada día. A medida que profundices en tu práctica espiritual, notarás cambios sutiles pero poderosos en tu vida, sintiéndote más conectada contigo misma y con el universo.

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Miryam y las descendientes de las Madre Mar

Rosa Mystica_Miryam y las descendientes de las Madres Mar

Te hablaba en el post de ayer de Sophia y las Madres Mar, y hoy me gustaría hablarte un poquito más sobre sus descendientes, las conocidas como las mermaids, las sirenas o las doncellas del mar.

Las sirenas van a ser las primeras sacerdotisas y también serán conocidas como las aguadoras, las tejedoras, y las señoras del cáliz o del grial.

La misión que les encomendaron las Madres Primigenias fue la de custodiar las aguas sagradas y las enseñanzas que nos legaron a la Humanidad.

En Lemuria –y junto a los Hombres-Delfín–, las sirenas se agruparon bajo una Hermandad conocida como la Hermandad del Rubí. Esta hermandad estaba formada por un consejo de 144 hombres y mujeres que se encargaban de comunicar al pueblo la información y la guía del Consejo de los 13 Ancianos.

En tiempos de Atlantia, esta hermandad será conocida como la Orden de la Rosa.

Eridú y el templo de las sacerdotisas sirenas

Las fuentes arqueológicas y documentales más antiguas que conservamos de la existencia de estas sacerdotisas-sirenas la encontramos en la Antigua Sumeria y, en concreto, en la ciudad de Eridú.

Eridú es, para muchos arqueólogos, una de las ciudades más antiguas de la historia de la Humanidad y, según la Lista Real Sumeria, fue erigida antes del Diluvio Universal cuando «la realeza de la Tierra descendió de los Cielos y se estableció en Eridú».

La ciudad de Eridú era el hogar del dios Enki y es la ciudad a la que la diosa Inanna viajará para recibir los dones de la civilización, que luego ella compartirá con la Humanidad desde su hogar en la ciudad de Uruk.

El templo de las sirenas en Eridú se conocía con el nombre de E-erigur, la Casa del Abzú o Casa del Abismo. Y se decía que el Abismo mismo (como metáfora del Útero de la Creación) y sus aguas primigenias se encontraban debajo de este templo.

La tradición de las sacerdotisas sirenas la vamos a encontrar a lo largo de toda la cuenca del Mediterráneo Antiguo:

  • Sacerdotisas de la diosa Ishtar, en Babilónica
  • Sacerdotisas de la diosa Isis, en Egipto
  • Sacerdotisas de Afrodita, la diosa que nace de la espuma del mar
  • Sacerdotisas de Asherá y Astarté, en la tradición cananea y fenicia

Todas ellas van a ser conocidas como las Señoras del Mar, las Stella Maris, y sus templos se van a construir de modo similar al de Eridú.

Miryam, las Marías y las Guardianas del Grial

En tiempos de la Magdalena, estas mermaid serán conocidas como las Miryâm o las Marías (que, en hebreo significa «gota de mar» o «luz del mar», e incluso «Madre Mar»).

Ellas –y el linaje al que pertenecen– son las protagonistas de Guardianas del Grial.

Durante uno de nuestros paseos conscientes por Montserrat, en el retiro Leonas Blancas, fuimos a un lugar muy especial: un pequeño espacio en la montaña donde –cuenta la tradición–, María Magdalena predicaba y enseñaba. En ese lugar, tallado en un árbol, nos encontramos una frase muy especial: «Vivo cada vez que os acordáis de mi».

Y esta frase me recordó uno de los cinco códigos que la Magdalena nos había regalado durante el círculo que realizamos en su honor, el 22 de julio: el poder de recordar.

Ella nos decía que todo lo que tiene nombre, existe. Sólo muere aquel que es olvidado.

El olvido de las sirenas

En la Antigüedad, cuando se consolidaron los primeros estados y el patriarcado comenzó a tomar mucho poder, existía una práctica muy habitual que los romanos llamaron la «Damnatio memoriae».

Consistía en condenar el recuerdo de un enemigo del Estado tras su muerte. Cuando se decretaba oficialmente, se procedía a eliminar todo lo que recordara al condenado: imágenes, monumentos, inscripciones, e incluso se llegaba a prohibir usar su nombre.

Esto es lo que debió ocurrir con Sophia, las Madres Mar, la Orden De la Rosa, y las sacerdotisas y sacerdotes que custodiaron sus enseñanzas. Y te pongo un ejemplo: no existe un jeroglífico egipcio para designar a una sacerdotisa… ¿Quiere decir que no existieron? Sabemos que sí…

Cuando nos acercamos a conocer la historia, la misión y las enseñanzas de la Orden De la Rosa, lo más importante es lo que no se dice, lo que permanece oculto y se puede leer entre líneas. Y es importante porque, a partir de ahí, podemos renombrarlas y devolverlas a la vida…

No sólo a ellas, también a unas enseñanzas que nos devuelven nuestro poder interior, nuestra soberanía y nuestra libertad.

Es tiempo de recordar

Lo hacemos cuando recordamos el templo y la hermandad que nos une.
Cuando recordamos los rituales y las ceremonias en honor a Sophia.
Cuando recordamos las sagradas enseñanzas y los nombres de aquellas hermanas que fueron quemadas, torturadas, silenciadas…

Es tiempo de recordar.

Y, para terminar, solo quiere traerte de nuevo las últimas palabras que María Magdalena nos regaló:

«Mientras ando por el Camino de la Gran Madre, el Camino de la Rosa, ¿andarás conmigo?
¿Te unirás a mi en este viaje de sanación y empoderamiento?

Camina conmigo.
Sana conmigo.
Abraza tu soberanía y reclama tu sabiduría ancestral.
Despierta tu humanidad sagrada, la chispa divina que hay en ti.
Sólo estás a un paso de distancia.
¿Darás ese paso?
¿Beberás del cáliz del sagrado femenino conmigo?
¿Reclamarás el gran poder que siempre ha estado dentro de ti?
¿Caminarás hacia la divinidad que siempre has sido, eres y serás?».

Guardianas del Grial | Las voces de las Marías comienza el 3 de septiembre, con la Luna Nueva en Virgo, la luna de las sacerdotisas.


Te espero en el templo para juntas recordar.