En la entrada anterior te hablaba de qué es la Sexualidad Sagrada y hoy me gustaría responder a una pregunta que me hacen de forma habitual: ¿Es la Sexualidad Sagrada lo mismo que el Tantra?
De entrada, déjame decirte que este es un tema en el que vas a encontrar diversas opiniones. Aquí te doy la mia, sostenida sobre la base de mi formación y, sobre todo, de mi experiencia. Y así es cómo la comparto en la escuela.
Tanto el Tantra como la Sexualidad Sagrada son caminos espirituales que tienen el mismo origen, aunque se desarrollaron en contextos culturales diferentes.
Hace un tiempo grabé un vídeo en el que hablaba sobre qué era el Tantra, así que voy a tomarlo como referencia para ver las similitudes que puede haber con la sexualidad sagrada.
Puedes ver el vídeo completo aquí>>
☥ El Tantra surgió dentro de una sociedad matrística, anterior al Patriarcado, donde el principio femenino gobernaba y regía la vida. Igual que la Sexualidad Sagrada.
☥ Ni el Tantra ni la Sexualidad Sagrada excluyen el cuerpo. Ambas entienden que el cuerpo es un templo y es el vehículo de experimentación a través del que nuestra alma evoluciona. Por tanto, hay que tratarlo con respeto y honor.
☥ El Tantra, al igual que la Sexualidad Sagrada, no es un camino que se vive en solitario, ni te pide experimentar la iluminación retirada, retirado del mundo. Hay momentos de soledad necesaria, pero permiten un viaje a dos porque el fin último es que te des cuenta que, en realidad, no hay separación y que eres Una, eres Uno con el Todo.
☥ El Tantra utiliza la energía sexual para entrar en estados alterados de conciencia donde te disuelves con la existencia. A esto la Sexualidad Sagrada lo llama el éxtasis místico.
☥ El Tantra no es Sexualidad, pero tampoco la excluye. Para el Tantra, la sexualidad forma parte del viaje de autodescubrimiento y desarrollo espiritual de una persona. Para la Sexualidad Sagrada, la energía sexual lo impregna todo porque es una energía de vida y una energía de creación. Es, además, el combustible que te permite realizar el viaje evolutivo…
Pero hay mucho más.
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