Una Mujer de Loto es aquella que nace con toda su luz desde el fango e ilumina al mundo.
La Mujer de Loto es aquella que ha renacido desde lo estancado, lo oscuro y lo turbio, como una flor maravillosa llena de virtudes, belleza y dones, encendiendo la luz única que hay dentro de sí para compartirla con el mundo.
La Mujer de Loto posee pureza y una alta vibración en su vida; ha superado el dolor, la oscuridad y la muerte misma. Ha vencido a su propio depredador y ha triunfado ante los ataques del pasado.
Es la representación más exacta de la capacidad de adaptarse y de recuperarse, pues es aquella que sale fortalecida del dolor y de los obstáculos, llegando a ser la mejor versión de sí misma. La Mujer de Loto es un ejemplo de superación y crecimiento interior, una inspiración para el mundo, pues es aquella que abrazó y acogió a su depredador interno.
Cuando nos sentimos abrumadas por la tremenda oscuridad en que nos encontramos, podemos despertar en nosotras a la Mujer de Loto visualizando que nuestro ser real está centrado y en calma. Mantenemos nuestro centro, pues estamos siendo contenidas por una gran flor de loto, de la cual nace la Mujer Sabia que vive dentro de cada una.
La Mujer de Loto nos ayuda a tomar consciencia que la oscuridad, representada por el fango y el agua turbia, forman parte de la vida. Todo tiene su equilibrio y su opuesto, y donde hay luz, habrá oscuridad; donde hay bien, habrá mal. Así, el aprendizaje surge de la forma en que cada una de nosotros viva ese momento de oscuridad, utilizando las herramientas y virtudes que ha desarrollado.
Por otro lado, la Mujer de Loto nos invita a tomar consciencia de que todo en la vida está en constante movimiento, pues pertenece a un ritmo superior. Del mismo modo, después del día, viene la noche, y después el día nuevamente.
En la oscuridad, la clara metáfora es «estoy hundida en el fango»; sin embargo, al amanecer con los primeros rayos de luz la flor sale a la superficie y nuevamente exhibe toda su belleza.
Asímismo, después de la sombra aparecen las virtudes más hermosas del ser humano, pues la crisis saca a la luz las mejores cualidades (y también puede ser que toquemos fondo y saquemos algunas de las peores).
«La Mujer de Loto es el arquetipo que me llevó a levantarme cada vez que caía y la frustración me sumergía en el fango de la vida. Comprendí que yo misma debía ser una Mujer de Loto; debía asumir el dolor como parte de mi camino espiritual, observando que ello me permitía ver cómo todos los aspectos oscuros de mi vida se iban disipando y formando parte de un plan divino mayor y perfecto para mí».
Para descubrir a la Mujer de Loto, haz un recorrido simbólico del camino de sanación que has recorrido en tu vida. Desde ahí, descubre todas las veces que has pasado por momentos de oscuridad, y después analiza con exactitud qué flores han surgido desde el fango.
La Mujer de Loto es la que debemos despertar cuando hemos vivido episodios terribles y dolorosos que nos han generado una huella, pues ella es la que nos permite refinar el dolor y re-significarlo en dones.
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