Los Solsticios se han considerado, desde antiguo, puertas de iniciación del alma. El 21 de junio es un momento de mucho movimiento energético, de preparación espiritual y emocional. En esta nueva píldora te cuento las vibraciones de este día y algunos rituales que puedes hacer.
Numerosas tradiciones ancestrales consideraban los solsticios como puertas de entrada y salida del alma al útero cósmico, fuente de la creación, de donde toda vida nace y hacia donde toda vida regresa.
En el himno de la creación del Rgveda, por ejemplo, se dice que, en origen, la energía, la fuente o el Uno, existía en un estado informe e indiferenciado, en una especie de océano inmutable y primigenio. Entonces decidió concentrar todo su ser y empezó a arder, generando una gran explosión cósmica.
Ese primer gran orgasmo entre el agua y el fuego creó el mundo y dio lugar a la danza de las polaridades, luz-oscuridad, vida-muerte, masculino-femenino, en la que se basa el pulso alquímico de la vida. El Toroide, en Geometría Sagrada.
La danza de las polaridades durante el Solsticio
Durante los Solsticios, se produce el momento de mayor desigualdad entre estas dos polaridades. A partir de este punto de polaridad, la energía va cambiando hacia su opuesto, buscando la unidad, la armonía y el equilibro en los Equinoccios.
Durante el Solsticio de Verano, se produce el momento más Yang del año. Desde ese momento, la energía solar va descendiendo. Los antiguos la llamaban la vía de los antepasados (pitri-yâna) y, en el viaje iniciático, marca el ingreso del alma al mundo material.
Durante el Solsticio de Invierno se produce el momento más Yin del año. Desde ese momento, la energía solar va ascendiendo. Los antiguos la llamaban la vía de los dioses (deva-yâna) y, en el viaje iniciático, marca el regreso del alma al mundo espiritual.
Rituales para el Solsticio
En el Hemisferio Sur se vivirá la noche más larga del año y el día más corto. En el Hemisferio NOrte, por el contrario, será la noche más corta y el día más largo del año. Es un momento ideal para depurarnos, hacer espacio a lo nuevo y decretar cómo queremos vivir lo que resta del año.
El Solsticio de Invierno nos invita a la reflexión y el recogimiento. El Solsticio de Verano nos invita a la acción, dejando ir todo lo que nos impide estar en equilibrio.
En cualquier caso, son portales de abundancia y purificación. Toma unos minutos de tu día para conectar con tu guía interior y poner en orden tus deseos. Los próximos meses serán tiempos de recoger todo aquello que hemos sembrado y lo que hemos nutrido con el calor de nuestro corazón.
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