En el Tantra hay diferentes modalidades o caminos espirituales. Las dos principales son el Tantra blanco (preparación con uno mismo) y el Tantra Rojo (práctica a dos). Hay incluso quien habla del Tantra Rosa (cuando la práctica se enfoca en el corazón y espiritualidad). En esta nueva píldora de sabiduría femenina para la vida cotidiana profundizaremos en el Tantra blanco y la importancia que tiene su práctica para la mujer.
Hace algunas semanas te compartía una píldora en la que hablaba de qué es el Tantra. En ella te decía que podíamos definirlo como la esencia de la vida y como un camino de desarrollo personal y espiritual, que incluye el cuerpo y la energía sexual como esa energía que crea la vida.
En el Tantra hay diferentes modalidades o caminos espirituales. Las dos principales son el Tantra blanco y el Tantra Rojo. El Tantra Blanco es el camino individual, el trabajo con uno mismo. Para purificar y abrir el canal central y permitir que la energía creativa fluya por nuestro cuerpo. El Tantra Rojo es el camino a dos, y normalmente, decimos que incluye la sexualidad sagrada.
Desde mi punto de vista, las dos incluyen la sexualidad sagrada porque en los dos caminos se trabaja con la energía sexual. El Tantra Blanco te invita a descubrir cómo funciona tu energía creativa interna. Mientras que el Tantra Rojo te invita a descubrir el flujo de energía en pareja.
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QUÉ ES EL TANTRA BLANCO
Para el Tantra, las mujeres somos las iniciadoras de la sexualidad sagrada. Sin embargo, no podemos iniciar nada si no sabes cómo funciona nuestra energía sexual y creativa. Si no entendemos cómo se mueve la energía Kundalini en nuestro cuerpo, cómo podemos co-crear con ella y cómo convertirla en nuestra aliada para que nos acompañe en todos nuestros procesos de sanación y crecimiento espiritual.
Y el camino del Tantra blanco te invita precisamente a esto: a entender, desde la experiencia, cómo cultivar la energía Kundalini y cómo moverla a través del cuerpo para transformar la energía sexual en energía de amor y, desde ahí, penetrar el mundo. Pero, ¿qué es la Kundalini? Y, ¿por qué trabajamos con ella?
QUÉ ES LA KUNDALINI
Tradicionalmente, nos han enseñado que la energía Kundalini es como una serpiente que dormita en la base de nuestra columna vertebral. Y, cuando despierta, empieza su ascensión por el canal central y va activando los chakras. En este maravilloso viaje, llega al chakra corona y allí se produce la iluminación.
Sin embargo, en realidad debemos diferenciar tres tipos de energía Kundalini: la Kundalini de la Madre Tierra, la Kundalini de nuestro cuerpo y la Kundalini de la Madre Cósmica o Kundalini espiritual.
Estas tres energías trabajan conjuntamente. El despertar de la energía Kundalini de la Tierra nos ayuda a manifestar, nos nutre, nos enraíza, nos ayuda a estar presente y a permanecer en nuestro centro. El despertar de la energía Kundalini del Cielo nos ayuda a estar en conexión con el cosmos y la divinidad. La energía Kundalini de nuestro cuerpo es una energía sexual femenina. Es nuestro fuego interno y, por tanto, es una energía de creación y de destrucción.
LA KUNDALINI Y EL ÚTERO
Para las mujeres, la energía Kundalini no se encuentra en la base de la columna vertebrar, como nos han enseñado tradicionalmente, se encuentra en nuestro útero. Se activa al llegar la menarquia y nos ofrece toda su capacidad de creación.
La energía Kundalini en las mujeres siembre está despierta y, dependiendo de las prácticas que hagamos, estará mucho más despierta en unas mujeres que en otras. Precisamente porque la energía Kundalini está siempre despierta en las mujeres, es fundamental conectar con nuestro útero. Para poder manejar esta energía y dirigirla hacia nuestra sanación y nuestro desarrollo personal y espiritual.
Conectar con nuestro útero significa conectar con la ciclicidad, la sabiduría que nos ofrece cada una de las fases de nuestro ciclo menstrual y las cualidades de nuestra Kundalini en cada una de estas fases.
La energía Kundalini del hombre se encuentra en la base de la columna vertebral y, a diferencia de la mujer, sí es una energía que debe despertar de manera consciente y debe hacer técnicas para mantenerla despierta. Las técnicas de despertar de Kundalini que han predominado hasta ahora son técnicas de un despertar rápido, potente y fuerte. Este despertar es muy yang y no se respeta la sutileza de la energía femenina que caracteriza a la Kundalini.
Un despertar rápido y potente no le da tiempo a la Kundalini a viajar por nuestro cuerpo y ayudarnos a sanar lo que tenemos que sanar. Este despertar rápido nos lleva a un estado en el que nos sentimos bien, pero en el que no tomamos conciencia de las sombras, miedos, bloqueos y patrones que podemos tener. Y entonces la Kundalini lo que va a hacer es magnificar lo que hay y, a veces, lo que hay no es ni bonito ni sano.
La conexión auténtica se produce cuando trabajamos la energía Kundalini en nuestro cuerpo desde la sutileza, conjuntamente con la energía Kundalini de la Tierra y la del Cielo, anclándonos en el momento presente.
LA KUNDALINI Y EL CICLO MENSTRUAL
En las mujeres, la Kundalini se va activando en la fase más oscura de nuestro ciclo menstrual. Cuando entramos en la parte de mayor luz, más yang, si hacemos una menstruación consciente, ella sube a nuestro corazón y el fuego sagrado de nuestro útero activa el fuego sagrado de nuestro corazón. Entonces se produce esa unión de la que tanto hemos oído hablar. Y, dependiendo del trabajo de conciencia que hayamos hecho, desde el corazón penetraremos el mundo.
Cuando trabajamos con la energía Kundalini en nuestro útero de una manera consciente, con nuestro ciclo menstrual o, si no tenemos útero o hemos entrado ya en la menopausia, con nuestro útero energético y las fases de la luna, estamos trabajando con la energía de la Diosa de una manera sutil y nos convertimos en guías maestras de nuestra propia energía Kundalini en ese ascenso a nuestro corazón.
2 Comentarios
bellísimo el artículo!!! GRACIAS
Gracias a ti, Claudia!! Un abrazo