La importancia de volver a conectar con nuestro útero

Nuestro útero es nuestro centro de poder. A través de él creamos vida. Volver a conectar con nuestro útero y su ciclicidad nos lleva a recuperar nuestra soberanía. En esta píldora de sabiduría femenina para la vida cotidiana hablamos del útero físico y el útero energético, y de la conexión que tenemos con el útero de la Madre Tierra y el Útero de la Madre Cósmica.

Nuestro útero físico se rige por nuestro sistema hormonal y, a través de él, hacemos un trabajo de limpieza y purificación. Su momento de mayor recogimiento coincide con nuestra fase menstrual y su momento de mayor expansión es nuestra fase ovulatoria.

Al conectar nuestro útero físico y su ciclicidad iniciamos un camino de desarrollo personal, ya que, al atender las necesidades cambiantes de cada fase, ganamos en salud y estabilidad emocional.

Nuestro útero energético es una fotocopia del útero físico y se encuentra en el mismo lugar. Se rige por las fases de la luna y gobierna nuestro mundo emocional. Su momento de mayor recogimiento es la luna oscura y su momento de mayor expansión es la luna llena. Constituye, además, un mapa de manifestación pues es a través de sus fases que sembramos las semillas de todo lo nuevo que deseamos crear en nuestra vida.

A través del útero energético generamos energía vital o prana que alimenta y nutre al útero físico. De este modo, al activar de forma consciente el útero energético, ganamos en salud y vitalidad. Activamos el útero energético con actividades como el yoga, la danza, la respiración consciente o la activación del útero que realizamos en la escuela todos los viernes.

El útero de la Madre Tierra se rige por las estaciones. Su ritmo es más lento. Su momento de mayor recogimiento es el Invierno y su momento de mayor expansión es el Verano.

Todas las mujeres, por el hecho de tener útero, poseemos un cordón umbilical que nos une a la Madre Tierra y un hilo rojo imaginario que nos conecta a todas las hembras que viven en este planeta. Al sanar nosotras, sanamos a la Tierra y ayudas a sanar todas las memorias de dolor que posee el femenino en la memoria colectiva.

Cuando conectamos con el útero de la Madre Tierra nos sentimos sostenidas, equilibradas y en nuestro centro. Lo activamos en nosotras a través de la siembra de nuestra sangre lunar, la celebración de las festividades de la Rueda de Ana y la medicina de la tierra (aceites esenciales, piedras y gemas, baños de bosque…).

Por último, el útero de la Madre Cósmica es el origen de todo, la Fuente. Se encuentra en el centro de nuestro útero y es como un agujero negro que nos conecta con todo el Universo.

Cuando conectamos con el útero de la Madre cósmica, conectamos con lo divino y se produce en nosotras una profunda sanación. Comenzamos a canalizar, conectamos con nuestra voz auténtica y se despiertan nuestras habilidades creativas y nuestro poder interior.

Si te interesa, profundizamos en todos estos temas en el curso online Detox Uterino | Despierta tu divinidad interior

La importancia de volver a conectar con nuestro útero

Terapia del Útero | Qué es y cómo puede ayudarte

La terapia del útero es una terapia holística que consiste en la sanación física, emocional y espiritual de nuestro cuerpo de mujer. Lo hace a través de la recuperación de diversas herramientas de sabiduría ancestral, las denominadas artes místicas femeninas, que incluyen, entre otras, la danza, el womb yoga o la aromaterapia. En este artículo te cuento cómo puede ayudarte.

Las mujeres nos movemos y vivimos desde el útero, tanto a un nivel físico y emocional como energético (y espiritual). Nuestro sistema hormonal marca el ritmo de funcionamiento de nuestro cuerpo y, al conocerlo y atenderlo, ganamos en salud y vitalidad.

Nuestro útero es también el centro a través del que creamos vida. Esto nos convierte en mujeres creadoras y en madres. Toda mujer es una madre por el hecho de tener útero, si ampliamos el concepto de madre y lo entendemos como una mujer que es capaz de crear vida. Y la vida se manifiesta de múltiples maneras: puede ser a través de un hijo biológico, pero también a través de nuestra capacidad de crear proyectos, empresas, relaciones… En fin, crear la vida que soñamos para nosotras.

El problema es que el útero es un recipiente que absorbe todo lo que entra en «ella», y con eso… crea. Imagina que es una olla con la que vas a cocinar una receta exquisita. Los ingredientes que incluyas en ella serán fundamentales para que esa receta se materialice en un plato delicioso. Pues nuestro útero funciona igual. Por eso, es importante saber qué es lo que estás permitiendo entrar en tu útero.

Las energías que entrar en nuestro útero pueden ser de dos tipos: externas (las relaciones sexuales) o internas (nuestras emociones densas). Ambas dejan una impronta en nuestra «olla» y creará con lo que hayamos metido en ella.

Así que, si inicias un proyecto y no llega a buen fin. Si inicias una relación y no llega a puerto, o comienzan a surgir antiguas heridas que te impiden vivirla desde el disfrute. O tienes problemas con vivir una sexualidad plena y satisfactoria, llena de gozo. Si te cuesta quedarte embarazada o materializar la vida que deseas…. hay que mirar qué energías estancadas y antiguas hay en tu útero. Y aquí es donde la terapia del útero puede ayudarte, incluso si estás transitando la menopausia.

Tengas o no un útero físico, estés o no en tus años de menstruación, tu capacidad de crear vida es inherente a tu condición de mujer. Y seguirás creando vida hasta el día que dejes de respirar.

La terapia del útero nos enseña a volver a vivir desde el círculo y la ciclicidad de nuestro cuerpo, y a recuperar la antigua sabiduría femenina para ganar en salud y vitalidad, a través de herramientas como las hierbas y los aceites, la danza y la respiración alquímica o el womb yoga.

Y, lo que es más importante, nos aporta herramientas que podemos aplicar en nuestra vida cotidiana para mantener la salud y vitalidad de nuestro útero y de nuestro cuerpo de mujer.

Para ayudarte a recuperar el poder de creación que posees como mujer, te ofrezco la posibilidad de realizar un diagnóstico personalizado en una sesión online privada gratuita.

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El registro del ciclo menstrual | El diagrama lunar

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El registro del ciclo menstrual

Uno de los temas más frecuentes que han surgido en los Instagram Live que he realizado hasta ahora, tanto por salud menstrual como para comenzar a desarrollar una relación de amor con tu propio cuerpo, es la de llevar un registro del ciclo menstrual.


Existen múltiples maneras de llevar un registro de tu ciclo. Hay aplicaciones para el móvil, por ejemplo, que te pueden ser de mucha utilidad y de las que te puedo hablar en una entrada futura. Sin embargo, hoy vamos a hablar de una herramienta más tradicional: el diagrama lunar, que yo suelo utilizar en combinación con las últimas apps.

Descarga el diagrama lunar

EL DIAGRAMA LUNAR

El diagrama lunar es la herramienta más eficaz que conozco para conectar con tu ciclo menstrual y conocer tu biorritmo particular. Se trata de un calendario personal en forma de rueda dividida en diferentes casillas y con varios elementos que te explico a continuación. Como cada mujer es única, es importante que lleves tu propio registro e incluso adaptes los elementos a tus propias necesidades. Lo importante es que la información que vas a extraer de él te va a ayudar a conocer tu naturaleza cíclica y su salud menstrual.

LOS DÍAS SEÑALADOS (1, 2, 3… hasta 28)

Son los días de nuestro ciclo. Cada mujer tiene su propio patrón de sangrado, por eso verás que el diagrama tiene 35 espacios, para que puedas adaptarlo a la duración del tuyo. Es probable que cada mes tenga una duración diferente, uno o dos días arriba o abajo. Es perfectamente normal. El mío, por ejemplo, tiene una duración media de 31 días.

LOS DÍAS DEL CALENDARIO SIN SEÑALAR

Corresponden a los casillas que están encima de los números señalados del ciclo. El día 1 del ciclo corresponde al primer día de sangrado de tu ciclo menstrual. Esto es, por ejemplo: el primer día de mi regla fue el 15 de octubre y correspondería al día 1 del diagrama lunar. Así seguirías completando (16 oct/día 2, 17 oct/día 3, 18 oct /día 4…) hasta la siguiente menstruación, que iniciaría un nuevo ciclo y un nuevo diagrama.

LAS CUATRO FASES DEL CICLO MENSTRUAL

Los círculos debajo de los días señalados del ciclo son para que pintes la fase de la luna de ese día. Trabajamos con las lunas porque era el modo en el que medían el tiempo las mujeres de las sociedades ancestrales y hay múltiples evidencias arqueológicas que demuestran este hecho. También porque la luna influencia nuestras aguas internas y nuestras emociones, y es importante conocer cómo pueden estar afectándonos sus fases.

Pero, claro, ya no somos aquellas mujeres que vivían en profunda conexión con la naturaleza, así que… por favor… no te obsesiones si no ovulas en luna llena ni menstrúas en luna oscura… como dicen los libros que debemos hacer. Empieza poco a poco. Lo importante es que conozcas tu patrón de sangrado y las señales que te está enviado tu cuerpo a lo largo del mes.

Siguiendo el ejemplo: si el día 1 del ciclo es el 15 de octubre y hubo luna nueva ese día, el circulito que hay encima del 1 lo pintarías entero de negro.

Las cuatro fases de la luna se asocian de antiguo a las cuatro fases del ciclo menstrual. Y aquí sí es importante que las diferencies y sepas en que momento te encuentras porque, en cada una de ellas, desarrollamos unas cualidades y unas habilidades únicas, y nuestro cuerpo tiene necesidades diferentes que deberíamos atender para asegurarnos una buena salud menstrual:

La fase menstrual o el tiempo de nuestro cuerpo-tortuga: corresponde a la primera fase del mes y a los días de sangrado (fase folicular | días 1-6 | luna oscura-nueva).

Fase pre-ovulatoria o el tiempo de nuestro cuerpo-adolescente: corresponde a la segunda fase del mes y a los días que transcurren desde el último día de sangrado hasta la ovulación (fase folicular | días 7-14 | luna creciente).

La fase ovulatoria o el tiempo de nuestro cuerpo-amante: corresponde a la tercera fase del mes y a los días que transcurren desde la ovulación hasta que el útero se prepara para expulsar el óvulo si no ha sido fecundado (fase latea | días 15-21 | luna llena).

Fase pre-menstrual o el tiempo de nuestro cuerpo-salvaje: corresponde a la última fase del ciclo y a los días previos a la menstruación (fase latea | días 22-28+ | luna menguante). Aunque todas las fases lo son, ésta es especialmente importante porque durante estos días nuestro cuerpo habla… y habla mucho… sobre el cuidado que nos hemos dado a nosotras mismas (a un nivel físico, emocional y espiritual) a lo largo del mes que está terminando.

Si quieres profundizar en las características de cada una de las fases, te recomiendo el e-book gratuito Autocuidado cíclico | De vuelta al amor propio.

ALGUNOS ASPECTOS A OBSERVAR AL HACER EL DIAGRAMA

Dedica al menos 30 minutos al día a rellenar el diagrama lunar y hacerte estas preguntas. Es probable que necesites llevar un diario para poder escribir con mayor comodidad.

¿Cómo es mi nivel de energía? Me siento dinámica, sociable, tengo poca energía y me apetece retirarme en soledad.
¿Cómo son mis emociones? Me siento tranquila, en armonía, entusiasmada, irritada, enfadada, afectuosa…
¿Cómo son mis ciclos de sueño? Duermo mucho o poco, mi sueño es ligero o profundo, me cuesta levantarme por las mañanas o salto de la cama…
¿He tenido sueños durante la noche? Sueño mucho o poco, algún elemento clave o emoción relacionado con tu sueño, algo que se repite…
¿Cómo es mi sexualidad? Estoy abierta y receptiva, no me apetece, soy exigente, agresiva, dinámica, cariñosa…
¿Cómo está mi creatividad? Me siento inspirada, con ganas de crear cosas nuevas, bloqueada, mi mente es una nebulosa…
¿Cómo está mi cuerpo? Más o menos hinchado, tengo cólicos o estreñimiento, indigestión, calambres en las piernas, estallido de acné, dolor de espalda… Tengo antojos dulces o salados, tengo más o menos hambre, tengo más o menos sed…
¿Y mi intuición? Me siento sensible e e intuitiva, consciente de energías sutiles, estoy muy enfocada en la mente…
Si estás en pareja: cómo te sientes con él o ella. ¿Ha habido algún suceso importante: una celebración, un roce…?
Si tienes hijos: cómo estás en relación a tus hijos…
Observa también tus relaciones cercanas: tus compañeros de trabajo, tus amigos, etc.

Realiza este registro durante, al menos dos meses (aunque te recomiendo cuatro). Verás que empiezan a surgir patrones que, como luces de neón, te están a puntando algo importante: un cambio que debes hacer en tu vida en diferentes niveles, ya sea físico, emocional, relacionan… etc.

Tu cuerpo es sabio. Los síntomas son la forma que tiene de hablarte. Escúchalo y, con el tiempo, desarrollarás tu conciencia corporal, aquella que te permitirá vivir desde tu parte más instintiva y te llevará a desarrollar una relación de amor y cuidado contigo misma.


el registro del ciclo menstrual