Deconstruyendo a la mujer salvaje

Habitarte cíclica-Deconstruyendo a la mujer salvaje

En los últimos años, dentro de la espiritualidad femenina hablamos mucho de la mujer salvaje. Sin embargo, ¿sabemos lo que realmente significa conectar con ella? En este artículo deconstruimos el arquetipo de la mujer salvaje, ese que el patriarcado se empeñó con todas sus fuerzas en domesticar y acallar para que las mujeres olvidáramos el poder de regeneración que habita en nosotras.


Esta píldora se publicó por primera vez el 27 de noviembre de 2019

¿No puedes quedarte a ver el vídeo? Escucha esta píldora en formato podcast:

Tienes todas las píldoras de sabiduría femenina para la vida cotidiana en Spotify. Y también en Apple Podcast


Noviembre es un mes en el que, las mujeres que hemos conectado con nuestra ciclicidad y transitamos año tras año el viaje en espiral que nos propone la Rueda de Gaia, conectamos con nuestra mujer salvaje, aquella que nos va a permitir encender nuestro poder creativo y nuestro fuego sagrado interno.

Como te contaba en este podcast, nuestro fuego sagrado interno (nuestra energía Kundalini) es dual: con ella podemos crear, pero también podemos destruir. Al utilizar nuestra energía Kundalini en su polaridad destructiva, nos sirve como herramienta para transmutar aquello que ya no tiene lugar en nuestra vida, dejarlo morir para entrar en el vacío y comenzar a crear de nuevo.

Esa es una de las grandes enseñanza que nos trae nuestra mujer salvaje cuando conectamos con ella. Pero, es verdad que no es fácil. ¿Por qué? Porque, al despertarse, va a magnificar todo lo que hay: lo bueno y lo no tan bueno… Todas nuestras heridas, patrones y sombras… Precisamente para que tomes conciencia de aquello que ya requiere un cambio en tu vida.

Durante el Otoño, los dos arquetipos femeninos asociados a esta estación están muy activos. La sacerdotisa va a mostrarte algo que no te va a gustar y la mujer salvaje va a ofrecerte dos opciones: evolucionar o repetir.  Para no repetir el mismo patrón que Ellas te está mostrando debes tomar conciencia, saber cómo vas a liberarlo y, sobre todo, con qué patrón nuevo lo vas a sustituir.

Y esto, querida… esto no es fácil ni se produce de forma rápida… porque requiere un compromiso contigo misma para avanzar en tu evolución y desarrollo personal, y para ser una mejor versión de ti misma… Esto es lo que realmente significa ser una mujer salvaje… Sin embargo, la mayor parte del tiempo, es más cómodo seguir domesticada y anestesiada, y ponernos una venda en los ojos para no ver lo que las energías del Otoño traen a nuestra vida… Y si no estás convencida, párate un momento a pensar en lo que ha pasado en tu vida en las últimas semanas y dime si ha sido un reducto de paz o un volcán a punto de estallar…

Si además eres alumna de La Espiral de la Rosa Mística, te dejo este combo de prácticas corporales para que conectes con la mujer salvaje que habita en ti.

1. Womb Yoga | Saludo al Útero
2. Womb Yoga | Limpieza energética del útero
3. Womb Yoga | Ejercicio para cultivar nuestra Kundalini
4. Danza Küyen®Sexualidad Sagrada | Conectar con la Mujer Salvaje
5. Meditaciones y Kriyas | Visualización creativa para conectar con la diosa serpiente


Visualización para honrar a nuestros ancestros

La festividad de Samhain, lo que ahora llamamos Halloween o la Noche de Todos los Santos, era una festividad en la que las comunidades de las sociedades ancestrales celebraban el fin del año de la tierra. La Madre Tierra les había regalado toda su abundancia en los meses luminosos del año y ahora se preparaba para entrar en el descanso y la regeneración que le ofrecía los meses de oscuridad. Moría para renacer.

¿No puedes quedarte a ver el vídeo? Escucha esta píldora en formato podcast:

Tienes todas las píldoras de sabiduría femenina para la vida cotidiana en Spotify. Y también en Apple Podcast


Las sociedades ancestrales danzaban con este ciclar. También se preparaban para entrar en los misterios de la cueva, honrar la muerte e ir al encuentro de los brazos de la diosa oscura.

En la actualidad, nuestra sociedad ha renegado de la muerte. La vemos con miedo porque nos hemos alejado de la sabiduría cíclica y no llegamos a entender que la vida conlleva la muerte y que sin muerte, no hay vida. Son dos caras de una misma moneda.

Para las sociedades ancestrales, Samhain era un tiempo en el que se abrían los velos de los dos mundos y la comunidad se preparada para honrar a los ancestros. Ellos representaban las raíces de la comunidad, la sabiduría del clan y les daban el lugar que les correspondía dentro de la familia.

Esto es algo que nuestra sociedad, tan alejada de la sabiduría cíclica de la Diosa, ha perdido. Por eso, hoy te propongo una pequeña visualización creativa para honrar a tus ancestros en este día tan especial, recordar su sabiduría y permitirnos abrirnos a los regalos que tienen para ofrecernos.

Esta píldora se publicó por primera vez el 30 de octubre de 2020.

También te puede interesar

La relación como práctica devocional

¿Quién soy Yo un relación a Otro después de la transformación que ha traído la Pandemia? ¿Cómo puedo crear vínculos sanos y no perderme en mis relaciones? ¿Cómo construir relaciones con bases y raíces sólidas? Quizás las respuestas las encontremos en la sabiduría ancestral y en la espiritualidad de la Diosa.

Tienes todas las píldoras de sabiduría femenina para la vida cotidiana en Spotify. Y también en Apple Podcast

Comenzábamos ya hace un par de semanas el mes de octubre con la energía de la Luna nueva en Libra, una energía que nos invitaba a tomar un tiempo para reflexionar sobre quien soy yo cuando estoy en relación con otro y como, a partir de ahí creamos un nosotros.

Este es un tema para mi tiene una importancia especial en estos momentos porque, de un modo u otro, hemos sufrido un proceso de transformación estos últimos meses. El confinamiento ha hecho que miremos de manera muy consciente cómo son nuestros vínculos más cercanos, la calidad de estos vínculos, y, sobre todo, quiénes somos en esos vínculos ahora, cuando hemos dejado de ser la persona que éramos antes de la pandemia y todavía no sabemos muy bien quién somos en esta nueva versión de nosotras mismas. 

Así que en esta nueva Píldora de Sabiduría Femenina para la vida cotidiana me gustaría recuperar un antiguo concepto del Tantra que entiende la relación como un práctica devocional, con la intención de que pueda ayudarte tanto como lo ha hecho conmigo en este intento de construir un nosotros desde un yo que ya no encaja con la antigua versión de nosotras mismas.

Las relaciones como espejo

La relación, sea del tipo que sea, siempre implicar una polaridad. Un estar frente a otro que actúa como un espejo. Y este espejo refleja muchas cosas. El amor que eres, la belleza que eres. La generosidad que eres… Otras veces este espejo te confronta para que mires tu sombra y decidas qué hacer con ella. Y aquí tienes dos opciones. Puedes autosabotearte, seguir sin mirar hacia adentro y volver a replicar aquello que te ha mostrado esta relación en otra relación nueva…, o bien puedes asumir tu poder y tu responsabilidad, y convertir esa sombra en luz. Lo que implicará, además, que no sólo tú avances en tu crecimiento personal, sino también que la relación se fortalezca. 

Estas pruebas a las que se ven sometidas las relaciones no son fáciles de llevar. Y en esta cultura de lo inmediato en la que vivimos, no está de moda contener estas sombras que nos muestra el otro, ni mucho menos contener el proceso de transformación que hemos generado en el otro. Lo fácil es soltar y dejar ir, perdiéndonos el enorme poder de sanación que tiene el vínculo y el amor.

Las relaciones no son fáciles. Las relaciones que se construyen con raíces y bases sólidas no son fáciles. Lo fácil es pasar de puntillas, no abrir nuestro corazón, ni mostrar nuestra vulnerabilidad. Porque lo que nos pasa es que estamos muertas y muertos de miedo. Miedo al amor, miedo a que nos rompan el corazón…y también miedo a la soledad. Ya no sabemos cómo crear un vínculo estable y, a la vez, lo anhelamos… y así entramos en un círculo vicioso que nos crea cada vez más corazas y nos aleja del otro, nos aleja del sentir.

Vamos con el individualismo por bandera y hemos perdido la capacidad de construir un nosotros. De escuchar al otro, de sostener al otro, de mirar al otro desde la compasión, de cuidar y nutrir al otro para crear un nosotros.

Además, si nosotros como individuos estamos en un proceso de cambio, las relaciones, tal y como las entendemos hasta ahora, también lo están. El modo en que creamos vínculos basados en el amor, también se está transformando para abrirse en un multiverso de posibilidades

Hay una serie que a mi me ha gustado muchísimo y que te recomiendo ver, si te apetece. Se llama Modern Love, Amor moderno. Y la encuentras en Amazon Prime. Surgió de una columna del New York Times, que luego se convirtió en un podcast y, de ahí, crearon una serie, que ya va por la segunda temporada. Yo acabo de terminar la primera, y en ella se muestran diferentes tipos de amor y los diferentes modos que tenemos de crear vínculos.  

Pero, volviendo al tema de este podcast, cuando hace unos meses me encontré perdida en cuanto al modo de vincularme, recurrí a la sabiduría ancestral y la espiritualidad femenina para encontrar respuestas y algunas claves sobre el modo de construir relaciones sanas y con raíces.

La relación como práctica devocional

Para el Tantra, como te decía al principio, las relaciones se basan en la devoción, en entender la relación como una práctica devocional

¿Y esto qué significa? Para el Tantra la devoción es el acto de estar en el momento presente sin expectativas. Ponerte al servicio del otro y entrar en tu propia vulnerabilidad para compartirte desde tu esencia y, desde ahí, crear belleza, armonía y gracia. 

Y aquí es cuando empieza a entrarnos el miedito, porque la devoción implica una entrega al otro. El sistema patriarcal, al igual que ha hecho con otras muchas prácticas y conceptos que proceden del culto a lo femenino, ha manipulado durante milenios este concepto de devoción hasta hacerlo casi sinónimo de sumisión… Y, por eso, lo rechazamos. En esta píldora te invito a entenderlo y, no solo eso, también a llevarlo a tu cotidiano.

La práctica devocional implica un estar al servicio, un estar presente y un hacerlo sin expectativas. Es un «estoy aquí para ti, ahora». Con todo lo que soy, con todo lo que tengo. E implica un acto de servicio con todo con lo que estoy en relación. Y, en realidad, estamos en relación con todo. Estoy en relación conmigo misma, lo primero de todo. Y esta relación que mantengo conmigo es la que va a marcar el tono de las demás relaciones que voy a construir en mi vida. 

Estoy en relación con mi cuerpo, Estoy en relación con lo que como. Estoy en relación con mi tiempo, mi casa, mi trabajo, el dinero y lo material, mis espacios, mis objetos, mis mascotas, mi coche, mi bici, mis compañeros de trabajo, mi pareja, mis padres, mis hermanos, mis amigos… Y así puedo seguir…

Todo a mi alrededor tienen un aura, un campo energético… Y mi campo energético está en constante interacción con el campo energético de las cosas y las personas que me rodean. Se produce una relación entre el Yo, el Tú y el cómo construimos un nosotros. Cuando practico el acto devocional hacia el Otro, cuando estoy presente para el otro desde la entrega al 100%, ese Otro aumentará su vibración porque se sentirá amado, y comenzará a darte de vuelta todo aquello que recibe. 

La relación conmigo misma y el auto-amor

Ahora bien, debemos tener muy en cuenta que, para practicar la devoción, debe existir una práctica de auto-amor muy potente en nosotras. Porque si no la hay, podemos caer en la co-dependencia y en patrones de carencia. Entonces, no se trata tanto de rechazar la devoción porque nos lleva a la sumisión, sino entender que el acto devocional es un acto de puro amor, y ese acto de amor comienza con uno mismo, con una misma.

El auto-amor supone un reconocimiento y una aceptación de quienes somos y de cómo somos. De todo el bagaje de lo que nos ha traído hasta aquí… de la mochila emocional que llevamos a las espadas… y honrar todo eso como parte del camino. Nos pide estar presentes para nosotras mismas, amándonos, escuchándonos, para saber cuáles son nuestras necesidades y no perdernos en el otro…

Cuando comenzamos a trabajar la relación desde la devoción comenzamos a sentir que no hay separación, que estamos unidas con el Todo, que estamos en relación con todo. Se equilibra en nosotras el dar y el recibir, y comenzamos a caminar en belleza, gracia y armonía. 

El acto de devoción hacia nosotras mismas comienza con la práctica diaria de bajar al cuerpo, dedicarnos un espacio de conexión a través del movimiento, la respiración, la meditación. Sigue con la intención de ritualizar lo cotidiano a través del uso de aceites esenciales, inciensos, música que te ayude a vibrar alto, la conexión con la naturaleza y sus ciclos, la conexión con la luna. Cuidar de tu alimentación. Cuidar de con quien compartes tu energía y lo que dejas que te penetre día a día. Y no me refiero al sexo. Me refiero a lo que dejas que entre por tus sentidos y deje en ti una impronta que puede bajar tu energía, si es una mala noticia, o aumentarla, si son palabras de amor, por ejemplo.

La danza de las polaridades y el maithuna

Te decía al principio que las relaciones siempre implican una polaridad. Una danza entre mirar el otro tal y como es, y verme reflejada en él. También implica una danza entre el dar y el recibir, Y eso sucede de forma más fácil y fluida cuando estamos en devoción hacia nosotras mismas y hacia el otro.

Si lo llevamos al terrero de la relación de pareja y de la sexualidad, este acto devocional es el maithuna tántrico: ese espacio ritual que nos dedicamos donde la divinidad que hay en mi reconoce a la divinidad que hay en mi pareja y, desde ahí, comenzamos a crear un vínculo que nos llevará al éxtasis, con tiempo, con dedicación, estado al 100% para el otro, en el momento presente, a través de la respiración y el movimiento…


También te puede interesar…


Rosa Mística