María Magdalena encarna en nuestra cultura occidental la espiritualidad que las mujeres necesitamos hoy. Es el aspecto femenino de la divinidad que, por milenios, ha estado relegado y silenciado. Por eso hoy la buscamos, la extrañamos y reclamamos su vuelta. Hoy te comparto los cinco códigos de la rosa que ella nos regaló durante la celebración de su festividad.
María Magdalena y el liderazgo espiritual femenino
Como sabrás, el 22 de julio es un día muy especial para aquellas que seguimos las enseñanzas de la Diosa y trabajamos para recuperar su legado. Ese día celebramos la festividad de María Magdalena.
María Magdalena encarna en nuestra cultura occidental la espiritualidad que las mujeres necesitamos hoy. Es el aspecto femenino de la divinidad que, por milenios, ha estado relegado y silenciado. Por eso hoy la buscamos, la extrañamos y reclamamos su vuelta.
Sus enseñanzas nos devuelven al cuerpo como espacio sagrado donde, al encarnar plenamente nuestra sabiduría cíclica e instintiva, despertamos la fuerza erótica de la naturaleza y transformamos la energía sexual en éxtasis místico, a través del goce, y nos volvemos una con la existencia.
Su historia de amor nos enseña que no podemos abrazar plenamente nuestra libertad si supone renunciar al equilibrio y la armonía con la energía masculina.
María Magdalena enciende en nosotras el fuego sagrado y nos enseña a penetrar el mundo desde un corazón vibrante de amor y plenitud. Desde ahí, nos sentimos completas, y sabemos con certeza que no podremos vivir en paz si eso supone renunciar a partes de nosotras mismas, disminuir nuestra luz o acallar nuestra voz.
María Magdalena nos enseña a ser líderes de nuestras propias vidas y líderes de la Nueva Humanidad. Es la mensajera de la Gran Madre y el referente de una mujer que, a pesar de las adversidades, supo transformar el dolor y el miedo, en amor.
María Magdalena nos revela el verdadero mensaje: el aspecto femenino de la Divinidad está vivo en nuestro cuerpo, en nuestra sexualidad y en Gaia.
Ella es el Cristo femenino, la encarnación del amor como frecuencia creadora de vida. Ella viene a decirte que lo divino late en los bosques, los mares, entre las nubes, en tu pecho palpitante de pasión, en cada uno de tus gemidos de placer y en cada uno de los gritos que te parten en mil cada vez que traes una vida a este mundo.
Ella te entrega las llaves para despertar la magia sanadora y creadora de tu útero, a través de la sabiduría de tu corazón. Te acompaña a recordar cómo activar en ti al Cristo femenino, semilla de la Nueva Humanidad.
Durante su festividad, celebramos un círculo ritual en el que ella nos compartió cinco códigos de la rosa, cinco enseñanzas para ayudarnos a abrazar el liderazgo espiritual que esta Nueva Era reclama.
Código de la Rosa #1. El poder del cuerpo
Ella nos decía que las líderes espirituales de la Nueva Era son mujeres que vibran en 5D, la frecuencia del amor, y que nuestro cuerpo debe estar preparado para sostener esa energía.
Hay un llamado a recuperar la idea de que nuestro cuerpo es un templo sagrado y la entrada de conexión con lo divino. Es, además, el vehículo a través del que nuestra alma experimenta la vida, y hay que tratarlo con honor y respeto.
Sin esta vasija que contiene nuestra chispa divina, no podríamos estar disfrutando de una vida humana.
María Magdalena nos pide que cuidemos lo que entra a través a nosotras y a través de nuestros sentidos, porque de eso dependerá la vibración de nuestra alma y nuestra conexión con la Fuente.
⚜️ Fortalece tu cuerpo con rutinas diarias y cuida tu alimentación.
⚜️ Cuida lo que escuchas y entra por tus oídos .
⚜️ Cuida lo que ves y entra por tus ojos.
⚜️ Rodéate de personas que vibren como tú y cuida de la energía que compartes.
⚜️ Conecta todos los días con la naturaleza para equilibrarte y reconectar con la Madre.
⚜️Y desarrolla herramientas que te permitan alquimizar tus emociones, para poder estar en presencia plena, en tu centro y en la neutralidad de tu corazón.
Aunque todos estos consejos son para todos por igual, recuerda que el cuerpo femenino tiene sus propias necesidades físicas, emocionales, energéticas y espirituales. Recupera la sabiduría del útero y los misterios de la sangre para habitar tu cuerpo-templo desde la plenitud y la soberanía.
Código de la Rosa #2. El poder del amor
El segundo código que Ma ría Magdalena nos quiso compartir durante el círculo de celebración de su festividad para ayudarnos a abrazar el liderazgo espiritual desde lo femenino fue el poder del amor.
El amor es la vibración que mantiene unida a toda la creación y es inseparable de la energía sexual. La energía del amor vendría a ser como esa tela de araña que mantiene unida a la creación. Mientras que la energía sexual vendrían a ser los impulsos que hacen que toda la vida se mueva a través de esa red.
La energía del amor y la energía sexual forman la matriz divina, la matriz de la creación. Mientras que la sacerdotisa es la guardiana de todo este entramado, de toda esta red de vida y creación.
Para las enseñanzas del Linaje de la Rosa, la sexualidad es una fuerza divina, una expresión del impulso creativo que anima el universo y se manifiesta en el cuerpo. La fuerza erótica es la fuente eterna de la creatividad y el orgasmo es el modo en que se revela la belleza en el mundo.
María Magdalena nos invita a conectar con nuestro erotismo salvaje y a entender que, cuando una mujer conecta con su fuerza interior, nada le puede faltar, porque la energía femenina todo lo crea, lo pare y lo preserva.
Código de la Rosa #3. El poder de la mente
El tercer código que María Magdalena nos compartió durante el círculo ritual que celebramos en su honor el pasado 22 de julio fue el poder de la mente.
María Magdalena nos invita a cuidado de nuestra mente, porque es a través de nuestra mente que conectamos con la matriz divina.
Sin embargo, para poder realmente conectar con esta matriz de la creación debemos disipar la niebla que cubre nuestra mente chiquita, la mente humana, para poder realmente ver con los ojos del corazón.
Esta mente mente humana, la mente 3D, es la que crea la maya de la ilusión y está conectada al sistema de creencias de la 3D. Este sistema de creencias es como un software que está instalado en mi y crea todas las condiciones del juego donde mi alma dormida cree que vive.
Cuando conseguimos conectar nuestra mente divina, nuestra alma despierta y es capaz de atravesar las nieblas… para «realmente ver».
Es importante cuidar de nuestros pensamientos día a día para atravesar la niebla de la mente chiquita y entrar a la mente divina y, desde ahí, conectar con la matriz de la creación, donde no existe ni el tiempo ni el espacio y todas las posibilidades son infinitas.
Desde ahí, desde la matriz de la creación, puedes elegir la realidad que deseas ver manifestada. Y así te conviertes en co-creadora de tu propia existencia.
Código de la Rosa #4. El poder de la sombra
María Magdalena nos dice que, para todas aquellas mujeres y hombre que han formado parte de la Orden de la Rosa, hay un miedo muy profundo: es el miedo a que nos hagan daño, el miedo a ser vistas, a que se aprovechen de nosotras, a ser criticadas, a ser malinterpretadas… Hay una herida muy profunda y un dolor que sentimos a la altura del corazón, y que tiene que ver con nuestra historia compartida.
Pero María Magdalena nos dice que hay un miedo aún mayor al que debemos hacer frente hoy en día: es el miedo a permanecer en silencio, el miedo a malgastar los dones que la Gran Madre ha depositado en nosotras, el miedo a no realizar nuestro camino con valentía, el miedo a que nuestro mensaje, el mensaje del Amor, la reconciliación y la unión, no sea escuchado, el miedo a que nuestros labios se sellen.
Es necesario viajar hacia nuestras profundidades para ver de frente esos miedos y enfrentarlos, porque solo así vamos a poder brillar del modo en que la Nueva Era nos reclama y necesita.
María Magdalena nos dice que, cuando surjan estos miedos, invoquemos a la Madre para que nos libere de las cargas, corte con las ataduras y sane nuestras heridas. Ella nos nutre a lo largo del proceso y es testigo de nuestra liberación.
María Magdalena nos pide que recordemos que la medicina de la Madre puede ser amarga a veces, pero siempre procedo del amor.
Cuando vuelvan a surgir los miedos, puedes decir estas palabras: «Yo no estoy enjaulada. Yo no tengo cadenas. Soy amada, escuchada. Soy una mujer completa, llena de vida, con sus luces y sus sombras. Hoy, mañana y siempre».
Código de la Rosa #5. El poder de recordar
En la consolidación de los primeros estados en la Antigüedad existía una práctica muy habitual que los romanos llamaron «Damnatio memoriae».
Consistía en condenar el recuerdo de un enemigo del Estado tras su muerte. Cuando se decretaba oficialmente, se procedía a eliminar todo cuanto recordara al condenado: imágenes, monumentos, inscripciones, e incluso se llegaba a la prohibición de usar su nombre.
Esto es lo que debió ocurrir con la Gran Madre, la Orden de la Rosa y las sacerdotisas y sacerdotes que custodiaron sus enseñanzas. Y te pongo un ejemplo: no existe un jeroglífico egipcio para designar a una sacerdotisa… ¿Esto quiere decir que no existieron?
Cuando nos acercamos a conocer la historia, la misión y las enseñanzas de las Sacerdotisas de la Rosa lo más importante es lo que no se dice, lo que permanece oculto y se puede leer entre líneas… Y es importante porque, a partir de ahí, podemos renombrarlas y devolverlas a la vida.
Lo hacemos cuando recordando el templo, recordamos la hermandad.
Cuando recordamos los rituales y las ceremonias en honor a la Gran Madre. Cuando recordamos las sagradas enseñanzas y los nombres de aquellas hermanas que fueron quemadas, torturadas, silenciadas…
Estamos recordando y nunca más vamos a olvidar.
Y no tenemos que hacerlo solas, porque nunca hemos estado solas en esto.
El Universo entero nos sostiene en este viaje.
La plenitud de la Gran Madre nos sostiene y nos ofrece su abundancia y su amor incondicional.
Somos Una. Somos indivisibles…. Y estamos recordando el enorme poder que tienen las palabras.
A modo de cierre…
Maria Magdalena te pregunta:
«Mientras ando por el Camino de la Gran Madre, el Camino de la Rosa, ¿andarás conmigo? ¿Te unirás a mi en este viaje de sanación y empoderamiento? Camina conmigo. Sana conmigo. Abraza tu soberanía y reclama tu sabiduría ancestral. Despierta tu humanidad sagrada, la chispa divina que hay en ti. Sólo estás a un paso de distancia. ¿Darás ese paso? ¿Beberás del cáliz del sagrado femenino conmigo? ¿Reclamarás el gran poder que siempre ha estado dentro de ti? ¿Caminarás hacia la divinidad que siempre has sido, eres y serás?»
Al otro lado del miedo, al otro lado de la duda, al otro lado de la sombra, está la versión de ti que estás destinada a ser…
¿ESTÁS PREPARADA?
2 Comentarios
Me interesa mucho conocer más sobre María Magdalena y las sacerdotisas de la rosa, como un sanador en proceso.
Mil gracias 🙌🏻✨🌹
Qué bueno, Emilio, que sientas el llamado. Puedes ver la información de nuestros cursos Guardianas del Grial (también hablamos de los guardianes) y Sacerdotisas de la Rosa Mystica (también abierto a los hombres).