fbpx Skip to content

Ritual para celebrar Samhain

Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin
Share on telegram
Share on whatsapp
Share on email

Samhain

Samhaim es, dentro de la tradición celta, el último de los ocho festivales sagrados de la Rueda del Año. En una época en la que los días se vivían en profunda conexión con la naturaleza, esta festividad marcaba el final de la temporada de cosechas y el comienzo del año nuevo celta. El Sol muere y regresa al útero de la Madre Tierra, desde donde renacerá de nuevo en el Solsticio de Invierno, cuando la luz regrese a la tierra.

En la noche del 31 de octubre nos despedimos, una vez más, de lo que el año nos ha traído y de todo aquello que hemos perdido. A partir del 1 de noviembre, la oscuridad reina, la rueda gira de nuevo y la Gran Diosa nos regala un espacio potente para profundizar en nuestro trabajo y desarrollo personal. Es un momento para morir: morir para vivir, morir par renacer, morir para quitarnos las máscaras, morir para ser, morir para amar…

Samhaim es, energéticamente, uno de los momentos más importantes de nuestra ciclicidad. El frío, la energía yin, comienza a invadirlo todo y la Madre Tierra contiene toda su energía para gestar todo lo nuevo. Nosotras hacemos lo mismo. Es un momento de quietud, en el que nos rendimos al vacío y aprendemos a gestar nuestra luz dentro de la oscuridad. Es un momento en que nos entregamos a nuestra propia transformación y aceptamos y honramos la muerte como parte de la vida. Bailamos con la oscuridad y abrazamos nuestra sombra. Nos hacemos conscientes de aquello que dejamos atrás para no volver a gestarlo y nos preparamos para nuestro nacimiento de luz.

Para celebrar esta festividad, te invito a realizar un pequeño ritual para honrarte, enviar amor a todos aquellos seres queridos que ya no están con nosotros y prepararte para manifestar una nueva versión de ti misma. El mejor momento para realizarlo es desde la puesta del Sol del 31 de octubre hasta el amanecer del 1 de noviembre.

LO QUE VAS A NECESITAR

  • Salvia o palo santo para quemar
  • Un cuenco o un pequeño plato con elementos u objetos que te recuerden a la naturaleza (agua, semillas, flores, frutas, cristales…)
  • Tres velas blancas
  • Lápiz y papel

PASOS PARA REALIZAR EL RITUAL

  1. Coloca el cuenco o el plato enfrente de ti y las tres velas alineadas.
  2. Comienza el ritual purificando y limpiando con la salvia o el palo santo el espacio en el que te encuentres, tu aura y las herramientas que vas a utilizar. Mientras lo haces, repite: «Pido a mis guías que limpien y purifiquen mi cuerpo, mi aura y el espacio en el que me encuentro. Pido a mis guías que eleven mi vibración y me protejan mientras realizo este ritual».
  3. Enciende las velas y realiza varias respiraciones profundas para calmar tu cuerpo y tu mente. Coloca las manos en tu corazón y lleva toda tu atención a la llama de una de las velas. Deja que el movimiento de la llama calme y relaje tu cuerpo y tu mente.
  4. Cuando estés preparada, cierra los ojos e imagina una bola de luz que irradia desde tu corazón. Siente como esta bola de luz comienza a girar y se hace cada vez más grande. Visualiza esta luz cubriendo tu cuerpo. Cada vez se hace más grande y cubre el espacio donde te encuentras, tu casa entera, la calle, la ciudad…
  5. Ahora visualiza que este haz de luz atraviesa las nubes, llega a las estrellas y conecta con la Fuente, esa halo de energía universal del que todos venimos. Siente como tu luz se conecta con la Fuente y, en silencio y para ti misma, repite: «Estoy conectada con la Fuente y la Fuente está conectada a mi. Permito a la energía universal de la Fuente fluir libremente a través de mi».
  6. Visualiza la energía de la Fuente entrando en ti y permítete sentir como llega a cada poro de tu piel, a cada una de tus células. Siéntete amada por la luz divina de la Fuente.
  7. Cuando te sientas preparada, abre los ojos y apaga una de las velas.
  8. Ahora, pon tu atención en algo que hayas perdido este año: puede ser la muerte de un ser querido, el final de una relación, un trabajo… Repite este mantra: «Te permito volar libre. Te permito volar alto. Deseo ver cómo te elevas. Sé que ahora formas parte de mi y siempre te sentiré cerca. Gracias por todo el tiempo compartido, por las enseñanzas que has traído a mi vida. Siento tu amor envolviéndome. Te amo, pero estoy preparada para dejarte ir y comenzar de nuevo» (Este mantra es para despedir a una persona, pero puedes adaptarlo según tus circunstancias).
  9. Envía todo el amor del que seas capaz a esas personas que ya no están contigo o a las cosas que se terminaron durante este año y, cuando estés preparada, apaga la segunda vela.
  10. Toma ahora el papel y el lápiz y haz una lista de los objetos que has colocado en el cuenco. Toma uno a uno cada objeto, conecta con ellos y, por cada uno de estos objetos, escribe lo que simboliza para ti y lo que te va a ayudar a traer a tu vida. No hay un modo correcto de hacer esto, deja que tu intuición te guíe. Aquí te dejo un par de ejemplos:
    • Si has utilizado un vaso de agua, puedes decir:«Este agua simboliza para mi la pureza y el perdón. Sé que necesito perdonarme a mi misma por […]. Me perdono y doy la bienvenida a esta nueva energía de paz y armonía».
    • Si has utilizado, por ejemplo, una cáscara de nuez, puedes decir: «Esta cáscara de nuez simboliza las corazas que me he puesto para protegerme del mundo. Sé que ya no la necesito…».
    • Deja que cada objeto en el plato represente algo que quieras dejar ir y reemplazar por una nueva energía. No te preocupes demasiado en este paso, deja que sea tu intuición la que te guía y trabajo con lo primero que te venga a la mente.
  11.  De todo lo que has escrito, toma un momento para seleccionar todo lo positivo que estás trayendo a tu vida. Por ejemplo, paz, armonía, libertad. Utiliza la frase «Yo soy» para repetir cada una de estas palabras: «Yo soy paz», «Yo soy armonía», «Yo soy libertad»…
  12. Agradece a tus guías por haberte acompañado y apaga la última vela. Deja el cuenco o el plato como una ofrenda a tus difuntos o a lo que has dejado ir, y recógelo después del amanecer o cuando te despiertes.

¡Feliz Samhaim!

Texto original: Forever Conscious. Tradución al español: Inake.

Rosa Mística

Samhain

4 Comentarios


Añadir un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

LA INICIACIÓN

Curso de Iniciación a los Misterios Femeninos

«Todo lo que sé de la luz, me lo enseñó la oscuridad»

Inscríbete a nuestro curso gratuito de introducción a los misterios femeninos y las enseñanzas de las Sacerdotisas de la Rosa Mystica. 

Descubre cómo habitar tu cuerpo-templo y cómo activar tu energía sexual creativa para abrazar tu poder y tu fuerza erótica femenina.  

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies
error: Contenido protegido

Utilizamos cookies propias y de terceros que permiten al usuario navegación a través de otra página web. Más información.