Hoy celebramos una festividad muy especial en la Rueda Medicina de Gaia, una festividad que las brujas, chamanas y sacerdotisas conocemos con el nombre de Samhain.
Para las seguidoras de las enseñanzas del Divino Femenino, esta festividad supone el fin de año de la tierra. En realidad, aunque se celebra en la noche del 31 de octubre, Samhain abre una horquilla de tiempo que se prolonga hasta el Solsticio de Invierno. En ella, se cierra un ciclo de creación y obtenemos los regalos, las manifestaciones, de aquello que hemos ido nutriendo a lo largo del año que ahora termina.
Es una festividad que, junto a su polaridad, Beltane celebra el poder de creación de la Madre Tierra y de la energía femenina en su conjunto.
La Madre Tierra ha dado sus frutos y nos ha entregado toda su abundancia, y ahora se repliega hacia su interior, hacia su propia cueva, para regenerarse. Nosotras, que estamos ligadas a este ciclar de la Madre Tierra, sabemos que comienza un tiempo de repliegue hacia nuestros cuerpos y de interiorización para poder hacer un cierre de ciclo, purificarnos, regenerarnos a un nivel físico, emocional, energético y espiritual, y así poder de nuevo darnos desde un lugar muy auténtico, muy en conexión con nuestra fuerza interior y nuestro poder instintivo.
Samhain es una de las 8 festividades que celebran el ciclar de la Madre Tierra y honra el tiempo de oscuridad que ahora se inicia. Es un tiempo dentro de la Rueda de Gaia en el que comienza realmente el reinado de la Madonna Negra y es un momento para abrazar sus enseñanzas. Dentro de la escuela de misterios de las Sacerdotisas de la Rosa Mystica, es tiempo de ser iniciadas en los códigos de la rosa negra.
Desde la visión de estas enseñanzas mistéricas, la Madonna Negra, la oscuridad húmeda de la tierra que se simboliza en el útero es, en realidad, el origen de la creación.
Este origen se expresa, a menudo, en la imagen de la diosa Sheela Na Gig, una diosa que se representa en posición de parto, sentada sobre sus rodillas y con la vulva completamente expuesta. En esta representación, tan erótica y tan explícita, la vulva de la diosa se muestra como un portal sagrado por donde toda la vida se encarna y hacia donde toda la vida vuelve.
Samhain: portal de vida y de muerte
La vulva de Sheela na Gig, como la Madonna negra, es un doble portal: un portal de vida y también un portal de muerte. Nos muestra este tiempo de Samhain donde los velos entre los dos mundos, el de los vivos y el de los muertes, se hacen muy finos, y podemos atravesar este portal para honrar la muerte como parte de la vida, y como un estado más de nuestra alma.
La muerte no es el final, nos dice la Madonna Negra. Es el final de nuestro cuerpo físico, el vehículo que ha permitido a mi alma experimentar una vida humana…, pero es el comienzo de una nueva etapa para nuestra alma, porque se libera de su receptáculo.
El alma es eterna, nos susurra Sheela Na Gig desde esta posición tan perturbadora y, al morir nuestro cuerpo físico, atraviesa este portal sagrado que hay entre sus piernas, al igual que lo hizo en el momento en que decidimos encarnar en Gaia.
En Samhain levantamos altares a nuestros ancestros y honramos a nuestro linaje porque, para la sabiduría ancestral, solo muere aquel que es olvidado.
La imagen de Sheela Na Gig la podemos encontrar en las entradas de infinidad de iglesias y nos recuerda que la Madre Tierra es tanto el útero como la tumba de la humanidad. Y, para la sabiduría ancestral, la Madre Tierra es un ser con conciencia y una realidad tangible: la tierra nos siente y nos ofrece todo lo que necesitamos para sobrevivir. A cambio, Ella nos pide que la sintamos y que respetemos su tiempo orgánico y cíclico, en una reciprocidad que es sagrada. Por eso, este tiempo es un tiempo de repliegue, un repliegue que se presenta como un ritual sagrado lleno de amor y respeto hacia la Madre Tierra.
Cuando los nativos americanos fueron obligadosa trabajar la tierra al modo occidental como una manera de sobrevivir a los cambios que se estaban produciendo en el continente, el jefe de unos de los clanes dijo: «Me pides arar la tierra. ¿Cogerías un cuchillo y le cortarías el pecho a tu madre? Si lo hago Ella no me acogerá en su regazo el día que muera. Me pides que excave para encontrar oro. ¿Cortarías la piel y el cuerpo de tu madre para poder llegar a sus huesos? Si lo hago, cuando muera, no podré volver a ella y nacer de nuevo. Me pides que corte el grano y haga fardos de heno que pueda vender para hacerme rico, como los hombres blancos hacéis. Pero, ¿cómo podría cortar el cabello de mi madre? Todos los muertos volverán a la vida otra vez. En la casa de nuestros ancestros nos preparamos para encontrarnos de nuevo en el cuerpo de nuestra madre».
En Samhain aprendemos que la Madre Tierra habla el lenguaje de la Madonna Negra y la Madona Negra se expresa a través de las fuerzas de la creación.
La Dragona y las fuerzas de la creación
En la sabiduría ancestral estas fuerzas de la creación se representan a través de una serpiente o una dragona que surge del caos de las aguas primigenias. La imagen más antigua de esta dragona la encontramos en la diosa mesopotámica Tiamat.
Tiamat era la diosa madre de la vida. Se representaba tradicionalmente como una serpiente o una diosa marina y era el símbolo del caos primordial que precedió a la creación del mundo.
Cuenta el mito que se produjo un enfrentamiento entre los dioses antiguos, liderados por Tiamat, y los dioses nuevos, liderados por Marduck. Marduck terminaría por apresar a Tiamat, la encadenó en el infierno y la abrió en canal, creando el cielo y la tierra partir de su cuerpo divino. Esta imagen un poco sangrienta nos recuerda, en cierto modo, a la representación de Sheela Na Gig cuando se abre para parir el mundo, aunque el mito de Tiamat está hablando de la lucha entre dos grupos de dioses, uno matriarcal y otro patriarcal, que terminaría por imponerse.
En cualquier caso, en la tradición cabalística hebrea, Tiamat esta considerada como las diosa primordial del mar y recibe el nombre de Marah, las aguas saladas; un nombre que está asociado a Myriam (que significa Madre Mar) y a María. En el Génesis, Tiamat recibe el nombre de Leviatán. Es también la serpiente del Jardín del Edén y el dragón al que debe hacer frente la Virgen en El Apocalipsis. María Magdalena será conocida como la Reina Dragón, al igual que Morgana de Fey.
Tiamat, Marah, Myriam es la madre más antigua de todas, ella es la oscuridad y la humedad esencial de la que toda vida procede.
Durante la festividad de Samhain celebramos que estamos contenidos y rodeados por estas fuerzas de la creación y honramos la sacralizad de esta dragona, de esta serpiente que nos conecta con la fuerza erótica de la creación y el pulso de la vida de la Madre Tierra.
La voz oracular de Gaia
Durante la festividad de Samhain también celebramos la voz oracular de Gaia. Te decía que, para la sabiduría ancestral, Gaia es un ser viviente y sintiendo, que se expresa a través de las fuerzas de la creación… y también a través de un oráculo.
Este oráculo habitualmente se ubicaba en una cueva o una caverna, para estar más cerca de la Fuente de poder de la que procedía: el útero de la Madre Tierra.
El oráculo más famoso fue el oráculo de Delfos, una palabra que deriva del término griego delphys, que significa precisamente «útero».
El oráculo de Delphos estaba custodiado por sacerdotisas de la diosa y al frente de todas ellas se situaba la pythonissa o la Drakaina, una mujer-serpiente que tenía el don de la profecía. Se dice que sus palabras veladas representaban la voz de Gaia y a ella acudían reyes y gobernantes para pedir consejo.
En el Evangelio de María Magdalena podemos leer como ella se coloca un velo cada vez que va a hablar y a transmitir las enseñanzas de Yeshua a los discípulos que están reunidos con ella. Ella utiliza palabras veladas…
Conclusión
Así que el tiempo de Samhain es un tiempo para honrar a la Madonna Negra y las enseñanzas codificadas en la Rosa Negra de Venus, como esencia del divino femenino.
«Conócete a ti mismo y conocerás el universo y a los dioses», es el lema que se podía leer a las puertas del Oráculo de Delphos. Y así es, cuando abrazamos y encarnamos las enseñanzas de la Madonna Negra se dibuja para nosotras un mapa de autoconocimiento.
- Aprendemos la importancia de cerrar ciclos en nuestra vida.
- Desarrollamos las herramientas emocionales y espirituales que necesitamos para abrazar las muertes, físicas y psicológicas que se producen en nuestra vida.
- Atravesamos los duelos desde el corazón y sostenemos los vacíos que se abren desde que un ciclo que cierra hasta que otro nuevo se vuelve a abrir.
- Soltamos lo que ya cumplió su papel en nuestra vida, sin aferrarnos, sin control, sabiendo que todo forma parte de una espiral de evolución que es infinita.
- Atravesamos los mundos, festejamos la muerte y liberamos las cargas de nuestro linaje para vivir nuestra vida desde la libertad.
- Aprendemos a conectar con nuestra fuerza erótica y nuestra energía sexual para crear y manifestar todo aquello que deseamos en nuestra vida.
- Nos sabemos poderosas y sabemos cómo escuchar la voz de nuestra alma y nuestro instinto
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