La festividad de Samhain, lo que ahora llamamos Halloween o la Noche de Todos los Santos, era una festividad en la que las comunidades de las sociedades ancestrales celebraban el fin del año de la tierra. La Madre Tierra les había regalado toda su abundancia en los meses luminosos del año y ahora se preparaba para entrar en el descanso y la regeneración que le ofrecía los meses de oscuridad. Moría para renacer.
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Las sociedades ancestrales danzaban con este ciclar. También se preparaban para entrar en los misterios de la cueva, honrar la muerte e ir al encuentro de los brazos de la diosa oscura.
En la actualidad, nuestra sociedad ha renegado de la muerte. La vemos con miedo porque nos hemos alejado de la sabiduría cíclica y no llegamos a entender que la vida conlleva la muerte y que sin muerte, no hay vida. Son dos caras de una misma moneda.
Para las sociedades ancestrales, Samhain era un tiempo en el que se abrían los velos de los dos mundos y la comunidad se preparada para honrar a los ancestros. Ellos representaban las raíces de la comunidad, la sabiduría del clan y les daban el lugar que les correspondía dentro de la familia.
Esto es algo que nuestra sociedad, tan alejada de la sabiduría cíclica de la Diosa, ha perdido. Por eso, hoy te propongo una pequeña visualización creativa para honrar a tus ancestros en este día tan especial, recordar su sabiduría y permitirnos abrirnos a los regalos que tienen para ofrecernos.
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