La menopausia | Portal de sabiduría y poder interno

Durante los últimos días muchas mujeres me habéis escrito para preguntarme si podíais hacer la activación del útero y el trabajo con vuestra energía Kundalini aunque no tuvierais útero o hubierais transitado ya el rito de paso de la menopausia.

En la píldora de sabiduría femenina que hoy os traigo, os responde a estas preguntas y voy a intentar desmitificar todos los tabúes que existen en torno a la menopausia.


En primer lugar, me gustaría decirte que las mujeres tenemos dos úteros: el útero físico y el útero energético. El útero físico se rige por nuestro ciclo menstrual y nuestro sistema hormonal. El útero energético es una fotocopia del útero físico y se rige por los ciclos de la luna. De este modo, aunque no tengas útero físico o, aunque ya no estés menstruando porque has entrado en la menopausia, tu útero energético sigue ahí. Puedes seguir viviendo desde la ciclicidad y sincronizar tus ritmos con las fases de la luna. No sólo puedes seguir honrando la ciclicidad de tu cuerpo. También puedes hacer las activaciones del útero o las danzas que te propongo porque así mantienes tu salud y tu vitalidad.


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A un nivel físico, si no te han extirpado los ovarios e incluso después de la menopausia, los ovarios siguen produciendo progesterona y estradiol. Y esto a un nivel energético se traduce en un exceso de energía yang en el cuerpo. Y en una necesidad de liberarla a través del movimiento, la respiración y la danza.

Tengo una amiga muy querida a la que le extirparon el útero hace unos años. Cada vez que siente un exceso de este yang en su cuerpo, suele ir al acupuntor para regular su energía. Si este es tu caso, es importante que mantengas la conexión con tu ciclicidad y entiendas los momentos en los que se puede estar produciendo esos picos de energía. Y para eso puede serte muy útil seguir el mapa de la luna y sus fases.

renombrando la menopausia: la segunda primavera

En cuanto a la menopausia, hoy en día, el enfoque principal que recibimos sobre ella tiene que ver con las múltiples molestias físicas (sequedad vaginal, sofocos…) que siente nuestro cuerpo y las posibles patologías derivadas de esta etapa de transición, como osteoporosis, el cáncer de mama o las enfermedades cardiovasculares.

Hemos perdido completamente la visión transformadora de este proceso vital femenino que podemos encontrar en muchas culturas ancestrales. Aunque, poco a poco, esto está cambiando y estamos recuperando el sentido significativo y espiritual que posee este momento vital de la mujer, además de cuidar los aspectos físicos desde una perspectiva holística.

En la tradición taoísta a este periodo se le denomina segunda primavera y se considera la tercera fase importante dentro de la vida reproductiva de la mujer, después del agua celestial (término que utilizan para referirse a la menarquia) y el nacimiento. ¿No te parecen preciosos los términos? Deberíamos recordar el poder que tienen las palabras y empezar a nombrar nuestros ciclos vitales con términos llenos de amor.

Para la tradición taoísta, la segunda primavera es la respuesta innata de nuestro cuerpo de mujer para conservar su esencia y retrasar el envejecimiento. Puesto que la sangre ya no se pierde todos los meses, la energía que se ha utilizado para asegurar el suministro adecuado de flujo menstrual queda libre para que la utilicemos como nos plazca. Por tanto, nos sentimos rejuvenecidas y experimentamos el despertar de un nuevo potencial. Volvemos a la primavera.

En este periodo se produce además un cambio en nuestra energía: la energía yang será la que progresivamente irá predominando a partir de este momento, permitiéndonos manifestar plenamente nuestros logros. Nos volveremos más vehementes con nuestras creencias y seremos capaces de responder por nosotras mismas desde la sabiduría que proporciona la experiencia.

Un proverbio chino dice: «Las mujeres, a los treinta son lobas; a los cuarenta, tigresas; y a los cincuenta, dragonas». Y los nativos americanos señalan: «En su primera menstruación, una mujer descubre su poder. Durante los años menstruantes, lo práctica. En la menopausia, se convierte en él».

En las sociedades ancestrales, solo cuando una mujer ya guardaba su sangre sabia y había transitado este rito de paso empezaba a ejercer su gobernanza como miembro del círculo de ancianas dentro de la comunidad, que reconocía así la integración y maduración de su poder espiritual.

Al honrar la menopausia, honramos también a la mujer madura que, a lo largo de la historia, ha custodiado los misterios de lo femenino. Ella es la que puede transmitir a la comunidad toda la sabiduría acumulada a lo largo de sus años menstruantes, a través de su conexión consciente con la Diosa y la transformación cíclica.

LA PERI-MENOPAUSIA COMO DUELO

La menopausia es el momento en que la mujer deja de sangrar para viajar a su mundo interior y dedicarse a ella misma y, desde esta reflexión, no sólo se nutre a ella misma, nutre también a toda la comunidad.

Las mujeres tenemos muchos años para prepararnos para esta transición ya que la peri-menopausia puede durar entre uno y diez años. El cuerpo y nuestra energía Kundalini nos ayuda a hacer la transición.

La peri-menopausia es, en realidad, un periodo de duelo que a veces parece interminable pero que se debe a un proceso emocional de muerte y renacimiento. Este duelo es un adiós a muchos años de nuestra vida y puede venir del miedo a envejecer, del miedo a no ser fértil y, sobre todo, al desconocimiento que tenemos las mujeres del poder de la menopasia.

Igual que no nos preparar para abrazar nuestro poder con la llegada de la sangre, tampoco nos preparar para convertirnos en él cuando ésta se retira.

El patriarcado nos ha enseñado que este periodo es malo porque la mujer deja de ser fértil y ya no sirve para nada. Pero, nada más lejos de la realidad. Dejamos de identificarnos con nuestra fertilidad, con ser madres, amantes y esposas, mujeres menstruantes, para ir al encuentro de nuestra propia fuente interna.

Por eso es necesario que purificamos el lastre del pasado que hay en nuestros corazones, nuestro cuerpo, nuestro espíritu y nuestra mente. Soltar todo aquello que no podemos llevar en nuestro viaje de poder y sabiduría para abrirnos a una nueva etapa, llena de magia y sabiduría.

Es cierto que, si hemos hecho un trabajo previo con nuestra ciclicidad durante nuestros años menstruantes, la transición será más fácil. Pero esto no quiere decir que no podamos hacerlo después de haber entrado en la menopausia. La Diosa siempre está ahí y siempre va a abrazarte. Siempre va a ayudarte a liberar los dolores reprimidos para dar espacio a que entre su sabiduría. Da igual el momento en el que inicies el viaje.

LA MENOPAUSIA COMO SABIDURÍA y PODER INTERNO

Durante la menopausia es importante que entiendas que seguimos nutriendo nuestra Kundalini, nuestro poder-serpiente, y nuestra pasión sexual desborda toda vida.

Durante la menopausia contenemos la magia y la sabiduría de nuestra sangre. El cese de nuestra sangre hacia el externo es la concentración de nuestro poder hacia el interno. Nos convertimos en una mujer sabia, aquella que sabe que la sabiduría reside en aquel lugar donde nunca la buscamos: en nuestro interior.

Al abrazar este momento de nuestra vida entendemos que la mayor magia que existe es la que se produce en el útero de una mujer cuando crea. Comprendemos el eterno regreso y los ciclos sin fin. Aprendemos que siempre hay una oportunidad. Que la sabiduría y el conocimiento no se obtienen sin esfuerzo y que lleva años atravesar las fases que hacen de nosotras una mujer sabia.  


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Ritual para celebrar Lammas | La abundancia y la prosperidad

Lammas o la Fiesta de las Cosechas es un momento en la Rueda de Ana en el recogemos los frutos de lo cosechado durante los primeros seis meses del año. Además agradecemos a la Madre Tierra por toda su abundancia y amor incondicional.

En las antiguas tradiciones paganas, Lammas simbolizaba el inicio de los días que llevarían al Otoño, un momento en el que —dentro del misticismo ancestral ligado a la naturaleza– el Dios-Sol comenzaba a perder su fuerza ante la atenta mirada de la Diosa-Tierra, que ofrecía toda su abundancia y magnificencia, y se preparaba para reinar en los siguientes meses del año.

Esta festividad forma una polaridad con Imbolc o la Fiesta de la Candelaria (1 de febrero), momento del año en que sembramos las semillas que veremos madurar en plenitud ahora, en Lammas.

En el vídeo que tienes más abajo te cuento un poquito más y te invito a realizar un ritual. Este ritual tiene dos partes: una meditación para conectar tu útero y tu corazón y una pequeña danza final para que tu cuerpo recuerde todo los mensajes que te hayan podido llegar.

¿No puedes quedarte a ver el vídeo? Escucha esta píldora en formato podcast:

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Lammas marca un punto importante dentro de la Rueda de Ana. Si sigues el blog y los diferentes rituales y retos que os he ido planteando en relación con la rueda del año, ya sabrás que en Yule renacemos; en Imbolc conectamos con la magia de nuestra niña interior. En Ostara abrazamos la fuerza de nuestra guerrera. El caso de Beltane nos abrimos al placer y al poder de creación que nos proporciona nuestra Amante interna. En Litha parimos nuestras propias creación y nos convertimos en reinas y soberanas de nuestra vida y de nuestro propio poder. Con Lammas recogemos los frutos de nuestras creaciones y nos abrimos a la gratitud y la abundancia de la Tierra. En Mabon conectamos con la sombra y nos preparamos para desprendernos de aquello que ya debe morir… una muerte que ocurrirá en Samhaim.

En el misticismo de las antiguas tradiciones paganas, Lammas simbolizaba el inicio de los días que llevarían al Otoño.

Es un momento en el que el Dios Sol comienza ya a perder su fuerza ante la atenta mirada de una Diosa Tierra que nos ofrece toda su abundancia y magnificencia. Ella se prepara para reinar en los siguientes meses del año.

Esta festividad forma una polaridad con Imbolc, momento de la rueda del año que sembramos las semillas que veremos madurar en plenitud ahora, en Lammas.

Nuestra niña se ha convertido en una mujer madura, que sabe que la felicidad se encuentra en las pequeñas cosas.

Sentimos confianza en quienes somos y en la mujer que nos hemos convertido. Rebosamos felicidad, amamos nuestra comunidad, nuestra familia y nuestro hogar, y encontramos sosiego en estos lugares. Sabemos nutrirnos y nutrir a nuestros seres queridos y agradecemos todos los regalos que nos ofrece la Madre Tierra. Somos capaces de abrir nuestro corazón y conectarnos con aquello que realmente nos apasiona.

La vida es más fácil en este momento de la rueda del año, más ociosa. No sentimos la necesidad de ir deprisa y encontramos placer en los quehaceres cotidianos. Sabemos que hemos llegado al amor desde lo más profundo y vemos nuestra vida como nuestra propia obra de arte: ya no está llena de obstáculos, sino de experiencias que han moldeado nuestra personalidad y nos han convertido en la mujer que somos ahora.

Sentimos una enorme gratitud por todas y cada una de esas experiencias, abrazamos nuestro corazón para dar y recibir, para ser capaces de nutrirnos y nutrir a los demás. Somos muy conscientes de que la semilla del amor que plantamos allá por Imbolc solo puede traer abundancia y prosperidad ahora en Lammas.

En el ritual que hoy te propongo para celebrar esta festividad nos vamos a centrar en la unión que se produce entre nuestro útero, ese espacio sagrado en el que plantamos las semillas del amor, y nuestro corazón, que nos permite expandir esa semilla y atraer abundancia a nuestra vida desde la vibración de la gratitud.

Lammas nos recuerda que debemos vivir desde el corazón para elevar nuestra vibración y ser capaces de magnetizar todo aquello que deseamos atraer a muestra vida.

Nos enseña que, como el viento mueve las flores y el polen cae, siempre estamos sembrando semillas y creando en nuestra vida, desde la unión sagrada entre nuestro útero y nuestro corazón.

El ritual que hoy te propongo tiene dos partes: una meditación para trabajar la unión entre el útero y el corazón y una pequeña danza, para que tu cuerpo recuerde la energía que vamos a mover.

Busca un espacio tranquilo y asegúrate de tener tiempo suficiente para dedicarte en exclusiva a este ritual. Si quieres, puedes encender velas e incienso, cualquier cosa que te lleve a crear un espacio fuera del tiempo cotidiano. Cuando lo hayas creado, siéntate en la posición de loto y prepárate para escuchar la meditación.

Antes de empezar, ten en cuenta:

Paso 1. Como cualquier otro ritual, prepara el espacio sagrado en el que vas a realizar la práctica: enciende velas, pon incienso, cojines que te hagan sentir cómoda… limpia el lugar con salvia o palo santo… cualquier cosa que te haga sentir que has salido de la cotidianidad.

Paso 2. Una vez estés preparada, escucha el ritual que encontrarás en el audio.

¡Espero que disfrutes muchísimo el ritual de Lammas y me cuentes cómo te has sentido en los comentarios!

Lammas

Conectar con el Verano | El fuego creativo

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Conectar con el verano

«¿Sabes cuál es el problema de este mundo? Que todos quieren soluciones mágicas, pero nadie quiere creer en la magia» (Lewis Carroll)


Y, de nuevo, llegó el Verano. San Juan, noche mágica. ¡Fueguito pa´l cuerpito!

A mi, personalmente, me encanta celebrar la llegada de esta estación. Porque coincide con mi cumpleaños. Recuerdo que mi madre siempre me contaba que ese día coincidió con una enorme Luna llena y que, desde el hospital, fue viendo cómo se iban encendiendo las hogueras en el Valle del Segura. Supongo que también tiene mucho que ver con que crecí en una ciudad rodeada de huerta. Y los rituales de tradición pagana (y este lo es más que ninguno) tienen mucha fuerza.

Dentro de estas tradiciones, al Solsticio de Verano (que, depende del año, se celebra entre el 21 y el 23 de junio) se conocía con el nombre de Litha, que significa «fuego». Una metáfora para representar el poder del Sol durante el día más largo del año. Litha estaba considerada como una de las grandes festividades de la Rueda del Año y durante este día se encendían enormes hogueras en los campos, cuya finalidad era «dar más fuerza al Sol» que, a partir de ese día se iba haciendo más débil (los días, poco a poco, se van haciendo más cortos hasta el Solsticio de Invierno).

Simbólicamente, el fuego también tenía una función purificadora en las personas que lo contemplaban.  Simbolizaba la «chispa» de la pasión y el amor. Es el momento en el que la naturaleza comienza su maduración por lo que la Tierra, ahora, adquiere su máxima cualidad nutridora y sustentadora. Durante esta celebración se realizaban los casamientos de las parejas. Se bendecía a los hombres, los animales y las cosechas. Posteriormente, como sabes, la tradición cristiana convirtió este día en la Noche de San Juan.

EL VERANO EN LA MEDICINA TRADICIONAL CHINA

En la Medicina Tradicional China (MTC), el Verano también está asociado con el elemento fuego, el calor, la actividad y el movimiento externo. Es la época más Yang del año, con los días más largos, más cálidos y brillantes. En nuestro cuerpo, un elemento fuego equilibrado nos aporta ganas de vivir. Vitalidad, simpatía, alegría, capacidad de amar y querer, ilusión y optimismo. Ganas de aprender y de evolucionar, y capacidad de comunicación.

Por el contrario, un elemento fuego desequilibrado en exceso nos hará ser personas hiperactivas. Nerviosas, egoístas, autoritarias, dominantes, explosivas, celosas, impulsivas y excesivamente pasionales. El elemento fuego desequilibrado por defecto nos hará ser personas sin fuerzas ni ganas para vivir. Sin energía ni ilusión ni motivación por nada, pesimistas y de movimientos lentos. Con falta de apetito, y a la que le cuesta comunicarse y hablar con fluidez.

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Los cinco elementos de la medicina tradicional china

En Verano conviene que el cuerpo esté más tiempo expuesto a las primeras horas del Sol para recibir su energía. Debido a que el Verano es la estación más calurosa, para equilibrar el calor conviene una alimentación refrescante (¡pero cuidado con las bebidas muy frías!). Las frutas y las verduras frescas de temporada son excelentes opciones.

Recuerda que el Verano es un mal momento para exagerar con alimentos excitantes tales como el alcohol o la cafeína. Porque aumentan aún más el Yang. Si quieres profundizar más en el tema, aquí te dejo un artículo excelente de Patricia Restrepo: «El fuego del verano: cómo nutrirnos inteligentemente».

Para la MTC, el órgano asociado al fuego es el corazón, lugar donde habitan las emociones, el psiquismo y la espiritualidad. El «fuego del corazón» simboliza la pasión, el sentimiento y la sinceridad, tres elementos fundamentales para nutrir el amor. Además, el corazón, para la MTC está asociado con la lengua y controla el habla, la fluidez de las palabras y la habilidad comunicativa.

Una comunicación verbal fluida y sincera representa la buena salud emocional del corazón. Cuando el elemento fuego está en equilibrio, el corazón es fuerte y sano, y nos invade la alegría.  En chino, la palabra alegría se escribe «Kai Xin» y significa «abrir el corazón». Para ellos, la llave para abrir el corazón es la sonrisa. ¿No te parece precioso? A mi me lo pareció cuando lo descubrí. Está lleno de un significado profundo, pero muy sutil.

Liu Zheng, en su libro Medicina tradicional china. Vivir sin enfermar, nos ofrece consejos para mantener en equilibrio el fuego en nuestro cuerpo. Aquí van algunos:

  1. Ser consciente de las emociones que nos afectan, trabajarlas y transmutarlas; es decir, transformarlas en aprendizaje.
  2. Trabajar la capacidad de querer y cuidar de manera incondicional.
  3. Evitar el frío y el calor excesivos.
  4. Evitar el exceso de ejercicio y de trabajo físico e intelectual.
  5. Eludir sobreexcitaciones.
  6. Meditar con frecuencia y abrazar el silencio.
  7. Dormir las horas suficientes.
  8. Beber agua con frecuencia para mantener la hidratación.
  9. Evitar trabajos nocturnos.

EL VERANO EN LA MUJER: EL ARQUETIPO DE LA MADRE

En nuestro cuerpo de mujer, el Verano está representado por el arquetipo de la Madre. Asociado a la fase de la ovulación y la Luna llena.

El arquetipo de la Madre nos remite a la Gran Madre mitológica, a la Madre Tierra, fuente de vida, útero creador, con capacidad de creación y de destrucción. Es una fase expresiva, amorosa y fértil en todos sus aspectos. Es sensual y encuentra el placer en la unión.

mujer-salvaje2Un periodo en el que estamos muy centradas en los sentimientos y en el que, por lo general, nos sentimos colmadas de alegría, creatividad y expresión corporal. En él rige el corazón y nuestro ego parece dejar paso a un punto de vista más altruista, nos volvemos más empáticas y conscientes de las necesidades de los demás. Tanto es así que, a veces, nos olvidamos de cuidarnos a nosotras mismas y ponemos el foco en exceso fuera de nuestro cuerpo y nuestras propias necesidades. Por eso, te invito a que, en estos meses estivales, trabajes y desarrolles el autocuidado, además del cuidado a los demás.

Deja que se encienda la llama que habita en tu pelvis para que arda la vida. Deja que emerja el fuego creativo que dará a luz todo lo que tienes que ofrecer al mundo y que te permitirá alumbrarte a ti misma. Permite que arda el fuego en tu corazón con salvaje pasión. Deja que el fuego te sane, te cure, te limpie, te transmute, te alquimice… dando lugar a la más poderosa de las medicinas: la medicina del alma. Déjate arder de amor, de entrega, de (com)pasión por aquello que de verdad te importa y deja que arda aquello que te mantiene anclada en tu zona de confort. Arde para crecer, para vivir de una manera más auténtica y más digna. Párete de nuevo, cada día…

CONECTAR CON LA TIERRA

El arquetipo de la Madre está también estrechamente relacionado con el elemento Tierra que, para la MTC es el elemento central: entabla una estrecha relación con las propiedades de todos los demás. Observa qué sucede en la tierra cuando plantamos semillas con las condiciones adecuadas. De ella brotarán y crecerán los cultivos que nos alimentarán. Por tanto, la tierra puede compararse con la madre que engendra. Tiene capacidad de asimilar y transformar para luego generar frutos y alimentos que permitan el crecimiento. Además, da soporte, sustento y estabilidad a las estructuras físicas, y provee de equilibrio a los «demás miembros de la familia».

De hecho, existe una fuerte conexión entre la energía femenina y la atracción natural de la Tierra. Según algunas creencias orientales, el cuerpo de la mujer difiere del de los hombres en que la energía de la Tierra sube por nuestro cuerpo y lo penetra. Esta energía femenina «atrae hacia adentro», es una fuerza centrípeta, y es irresistible.

Esta potente energía está presente no sólo en nuestra biología sino también en el corazón y en la mente, en forma de sueños y deseos únicos. Cuando la mujer encuentra el valor para expresar esos deseos, a sí misma y a otras personas, no tarda en descubrir que su irresistible energía centrípeta la ayuda a hacerlos realidad.

Michio Kushi señala que la fuerza centrípeta de la Tierra que sube por los pies está presente también en los hombres, así como la fuerza del cielo, que baja y entra en el cuerpo por la cabeza (fuerza centrífuga), está también presente en las mujeres. Ambas se unen en la zona del corazón. Lo que difiere es el grado en que está presente cada energía. En general, en las mujeres hay más energía de la Tierra que sube.

La energía centrípeta es una fuerza conectora que influye en todas las personas que nos rodean, porque las mujeres tendemos a ser el centro de la vida familiar, las que asumimos las responsabilidades psicológicas del bienestar de los demás miembros de la familia. Por lo tanto, cuando una mujer mejora su vida, generalmente toda la familia se beneficia (tenga hijos o no). Ella marca el tono.

El bienestar de la familia y el de la sociedad depende de que las mujeres sanemos y nos mantengamos sanas. Parte de la creación de salud es entender el poder de la energía femenina y sus implicaciones. La salud de los seres queridos de una mujer está directamente ligada a su salud personal. Por lo tanto, nos debemos a nosotras mismas primero tomarnos el tiempo que necesitemos para sanar, para estar más felices y completas. No se puede apagar la sed de otra persona si se tiene el vaso vacío.


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