Las Diosas de la Alquimia y sus arquetipos representan las tres fases del proceso de transformación alquímica y nos muestran el camino de iniciación. En esta nueva píldora de sabiduría femenina hablamos de la Reina Roja, el arquetipo que representa la la Emperatriz y la fase del Rubedo.
La Alquimia
En octubre del 2023 comencé a hablarte de la alquimia, qué es la alquimia, sus orígenes y sus principios fundamentales. Entonces te decía que el objetivo principal que tiene la alquimia es transformar el plomo en oro y que, esto, llevado al terreno espiritual, es una invitación a iniciar un viaje de transformación profunda que tiene como objetivo que transformes todos tus miedos, bloqueos y patrones limitantes en dones y talentos. Que descubras el oro que hay dentro de ti y abraces tu maestría interior.
Este proceso se inicia cuando el alquimista decide ir en busca de la materia prima con la que va a trabajar en el laboratorio. Esta materia prima está formada fundamentalmente por dos elementos, dos sustancias principales:
- La energía masculina o el Rey (que en la alquimia está representada por el Sol o el Azufre filosófico)
- La energía femenina o la Reina (que en la alquimia está representada por la Luna y el Mercurio filosófico).
Y estas dos sustancias van a ir pasando por diferentes fases de transformación, descomposición, separación y unión, hasta llegar a la Gran Obra… La Piedra Filosofal o ese ser andrógino que combina a la perfección las cualidades de su madre y de su padre, y que las utiliza para crear mundos nuevos.
Y así también nosotros, en este proceso de alquimia y transformación, descubrimos a nuestro masculino y nuestro femenino interno, y los integramos dentro de cada uno de nosotros para abrazar nuestra capacidad de creación.
Las fases de la Alquimia
Te contaba en videos anteriores que, en general, todos los tratados antiguos de alquimia afirman que el proceso de transformación de la materia prima finaliza con tres fases consecutivas: el nigredo, el albedo y el rubedo, que se llaman así por el color que la materia va adquiriendo hasta llegar al dorado.
Dentro de la espiritualidad femenina, tal y como la compartimos aquí en la Rosa Mystica, estas tres fases están asociadas a tres rosas y a tres diosas o arquetipos femeninos que nos ayudan a transmitir sus enseñanzas.
Nigredo, la Madonna Negra
El Nigredo es la fase de la muerte y la descomposición de la materia prima. Primero, la materia prima es pulverizada, mezclada y ensamblada de nuevo. Luego se la coloca en le vaso donde las dos propiedades opuestas: el Azufre filosófico y el Mercurio filosófico, se disuelven tras un largo proceso de descomposición y la materia se pudre.
Al llegar a la etapa del nigredo, la sustancia es más oscura que la noche más cerrada. A un nivel simbólico, este es el momento en que aparece el cuervo negro e indica que el proceso de renacimiento puede comenzar de nuevo.
La etapa del Nigredo está simbolizada en la Madonna Negra. Es el momento en el que el iniciado se debe enfrentar a sus sombras y con valentía debe enfrentarse a un momento en el que debe dar muerte, desprenderse o transformar, aquello que le está impidiendo dar nacimiento a una nueva versión de si mismo. Es el momento en que debemos enfrentar la muerte de una parte de nosotras mismas, una antigua versión de nosotras mismas, para poder dar a luz a lo nuevo.
Este proceso nos pide ir hacia adentro, hacia nuestra propia cueva interna, y durante este tiempo nos acompaña la energía poderosa de la Madonna Negra, que nos ayuda a transitar la oscuridad.
Albedo, la Virgen Blanca
El Albedo es la fase del lavado y la purificación. La materia en el vaso se blanquea poco a poco a través del agua, que disuelve los aspectos fijos y suprime las impurezas. La blancura aparece primero como un delgado círculo que se ensancha hasta que toda la sustancia se torna de un blanco brillante, indicando su fuerza para soportar el ardor del fuego que vendrá.
El cuervo negro es ahora sustituido por el elegante cisne blanco, que se desliza con gracia por el agua. En las culturas occidentales, el color blanco es símbolo de pureza e inocencia, y es el color que llevan a menudo las novias en las bodas. Y es que se acerca un casamiento, una unión…
En las operaciones previas, el Azufre filosófico y el Mercurio filosófico fueron separados y destruidos. Ahora están disueltos en las aguas purificadoras que los llevan de vuelta a la vida. La reina Luna aparece primero y se prepara para la unión con su amado.
El Albedo es la etapa que elimina todas las impurezas. Se describe como el agua que limpia la materia prima revelando una nueva forma. La luz ha vuelto tras la oscuridad, la vida ha vuelto tras la muerte. En nuestro proceso de transformación, nosotras comenzamos a tomar conciencia de aquello que ha muerto y la nueva etapa que comienza a surgir. El miedo y el dolor del Nigredo se transforman ahora en esperanza, y nuestro corazón se empieza a abrir.
La etapa del Albedo está simbolizada por la Virgen Blanca, que es la que empieza a alumbrar el camino de vuelta.
Rubedo, la Reina Roja
La fase roja del Rubedo comienza con el casamiento alquímico, cuando el rey Sol y la reina Luna se une de nuevo. En la noche de su boda se calienta el vaso para aumentar su pasión y para que los dos se unan en el fuego amoroso. Tras las pruebas y tribulaciones, se acabaron sus duras experiencias y el amor llena el vaso.
Así como se unen el Azufre filosófico y el Mercurio filosóficos, la materia se seca completamente y se transforma en un polvo de un rojo brillante. Esta unión los colma de alegría, ya que la intensa pasión que sienten el uno por el otro los acerca más. En medio de este calor rojo, conciben a su hijo, la Piedra filosofal. El fénix rojo se eleva de las llamas como el hijo nacido del horno ardiente.
La etapa del Rubedo está simbolizado por la Reina Roja. La mujer soberana sentada en su trono, que ha aprendido como danzar con sus polaridades internas.
La Reina Roja es como la carta de la Emperatriz del Tarot. En el Tarot Rider podemos leer:
«La emperatriz es el resultado del encuentro entre la Suma Sacerdotisa y el Mago; es la suma Sacerdotisa que ahora está embarazada. Sostiene con fuerza el cetro entre sus manos, como si tuviera que enfatizar su superioridad y poder. Es la unión de los contrarios en la que, sin embargo, predomina la esencia femenina. Lo femenino perfecto se impregna de la fuerza masculina […].
El agua de la vida que manaba del vestido etéreo de la Suma Sacerdotisa fluye ahora libre por el jardín de la Emperatriz y proporciona alimento a los árboles, arbustos y al grano maduro situado a sus pies. Su cuerpo florece y está relajado. Por debajo de sus cómodos cojines aparece un corazón, en el que se encuentra el signo astrológico de Venus. En su corona hay doce estrellas que representan los doce signos del zodiaco , la matriz de todas las creaciones de nuestro sistema solar, la matriz de nuestra tierra (en un vídeo anterior sobre la representación de la Inmaculada Concepción te hablaba de este simbolismo)».
La Emperatriz es la creación, la vida divina: representa el universo que se ha manifestado. Es poderosa, femenina y fértil. Es el arquetipo de la Tierra y de la Gran Madre, a la que todas las religiones antiguas rindieron culto.
Las Diosas de la Alquimia, ciclo de Danza Küyen
En octubre de 2023 iniciamos en la escuela un ciclo de danza sagrada ritual, o como la llamo Danza Küyen, que es la metodología específica que he creado para la escuela.
En este ciclo hemos ido explorando las enseñanzas de las tres diosas de la alquimia: la Madonna Negra (de octubre a diciembre), la Virgen Blanca (de enero a abril), y ahora estamos en el ciclo de la Reina Roja: estamos llevando al cuerpo y al movimiento las cualidades de la Emperatriz.
Vivimos como danzamos y danzamos como vivimos. De modo que la danza nos prepara para la vida. Cuando danzamos las cualidades y las enseñanzas de la Reina Roja, nuestro cuerpo despierta esa memoria y la lleva a la vida cotidiana… las muestra cuando se dan las circunstancias.
Por ejemplo, cuando tienes que poner límites, cuando quieres explorar tu sensualidad, cuando necesitas valentía y coraje… todas esas cualidades las exploras en la danza, las desiertas en tu conciencia corporal y las utilizas en tu vida cuando es necesario. Por eso la danza explora toda tus potencialidades internas.
Las tres diosas de la alquimia que hemos estado explorando en la escuela hasta ahora representan tres aspectos de Sophia, la matriz divina.
La diosa siempre ha liderado la iniciación a los misterios y la iluminación espiritual. Cuando su imagen se incorporó a la espiritualidad ortodoxa basado en un único Dios Supremo, sus enseñanzas místicas y esotéricas, que habían sido la base de las escuelas de misterios de la Antigüedad, pasaron a formar parte del Hermetismo, la Alquimia y la Magia. Y aquí es donde Sophia encontró su verdadero hogar.
Por eso, si queremos conocer las enseñanzas de la Diosa y de sus sacerdotisas, debemos bucear en la tradición de la alquimia, porque es donde la diosa encontró refugio.
En julio terminamos el ciclo de danza dedicado a las tres diosas de la alquimia con un retiro online muy especial dedicado a ella, a Sophia, y a sus enseñanzas místicas y esotéricas.
Si ya formas parte del ciclo de Danza y de las clases online de los jueves, este retiro está incluido. Si no, te invito a inscribirte y formar parte de estas danzas sagradas donde llevamos al cuerpo las enseñas del divino femenino.
Encuentras toda la información aquí>>
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Con amor,
Alicia.