¿Es la Sexualidad Sagrada lo mismo que el Tantra?

En la entrada anterior te hablaba de qué es la Sexualidad Sagrada y hoy me gustaría responder a una pregunta que me hacen de forma habitual:  ¿Es la Sexualidad Sagrada lo mismo que el Tantra?

De entrada, déjame decirte que este es un tema en el que vas a encontrar diversas opiniones. Aquí te doy la mia, sostenida sobre la base de mi formación y, sobre todo, de mi experiencia. Y así es cómo la comparto en la escuela. 

Tanto el Tantra como la Sexualidad Sagrada son caminos espirituales que tienen el mismo origen, aunque se desarrollaron en contextos culturales diferentes.

Hace un tiempo grabé un vídeo en el que hablaba sobre qué era el Tantra, así que voy a tomarlo como referencia para ver las similitudes que puede haber con la sexualidad sagrada.

Puedes ver el vídeo completo aquí>>

☥ El Tantra surgió dentro de una sociedad matrística, anterior al Patriarcado, donde el principio femenino gobernaba y regía la vida. Igual que la Sexualidad Sagrada.

Ni el Tantra ni la Sexualidad Sagrada excluyen el cuerpo.  Ambas entienden que el cuerpo es un templo y es el vehículo de experimentación a través del que nuestra alma evoluciona. Por tanto, hay que tratarlo con respeto y honor.

El Tantra, al igual que la Sexualidad Sagrada, no es un camino que se vive en solitario, ni te pide experimentar la iluminación retirada, retirado del mundo. Hay momentos de soledad necesaria, pero permiten un viaje a dos porque el fin último es que te des cuenta que, en realidad, no hay separación y que eres Una, eres Uno con el Todo.

☥ El Tantra utiliza la energía sexual para entrar en estados alterados de conciencia donde te disuelves con la existencia. A esto la Sexualidad Sagrada lo llama el éxtasis místico.

☥ El Tantra no es Sexualidad, pero tampoco la excluye. Para el Tantra, la sexualidad forma parte del viaje de autodescubrimiento y desarrollo espiritual de una persona. Para la Sexualidad Sagrada, la energía sexual lo impregna todo porque es una energía de vida y una energía de creación. Es, además, el combustible que te permite realizar el viaje evolutivo… 

Pero hay mucho más.

Qué es la Sexualidad Sagrada

Hace un año, más o menos, compartía un directo en Instagram con Valeria del Real sobre sexualidad sagrada y ella hacía una diferenciación entre sexo, sexualidad consciente y sexualidad sagrada, que me encantó, y que me gustaría retomar con mis propias palabras. ⁣

⁣El Sexo es el intercambio carnal entre dos sujetos, entre dos personas. Puede haber amor, puedo no haberlo… Puede incluso darse desde la violencia, el encuentro casual… En esencia sería la unión sexual de dos cuerpos⁣.

⁣La Sexualidad consciente se empieza a dar cuando comenzamos a darnos cuenta que nuestro cuerpo es nuestro territorio personal y que nos corresponde a cada uno de nosotros respetarlo, cuidarlo, conocerlo,  explorarlo… Y, desde ahí, hacer elecciones, poner límites, decir lo que quiero o no quiero, abrirnos o no a experimentar nuevas cosas…⁣

⁣La Sexualidad consciente tiene que ver con esta capacidad consciente de hacerme cargo de mi propio placer y de mi ser completamente.⁣

⁣Con la Sexualidad Sagrada damos un paso más y es cuando comenzamos a entender que el cuerpo es una herramienta de evolución. ⁣

Para la Sexualidad Sagrada nuestro cuerpo es un templo donde habita un ser de luz que ha olvidado su origen divino. ⁣ La energía sexual será entonces esa gran llama que reactiva nuestras memorias, tanto celulares como energéticas y espirituales. ⁣

⁣Despierta nuestro segundo chakra, abre nuestro corazón y enciende nuestra pineal para, finalmente, activar nuestro cuerpo de luz o cuerpo crístico y recordar… que encarnamos el Paraíso en la Tierra y que somos la historia de amor entre el Cielo y la Tierra. ⁣

Deconstruyendo el mito del Pecado Original I | Morder la Manzana

La manipulación patriarcal de la idea del Pecado Original nos estigmatizó como mujeres y nos hizo perder nuestra soberanía creativa. Te invito a re-significar los mitos que nos llevaron a la domesticación, para comenzar a vivir la sexualidad y el placer como un camino espiritual que potencia todas las áreas de nuestra vida.

Una vez fuimos mujeres salvajes. 

Estábamos conectadas con el latido y el pulso alquímico de la Madre Tierra. Sin embargo, fuimos domesticadas. Las cadenas sociales, la culpa y la vergüenza por ser las instigadoras del pecado original, cayeron sobre nosotras. Olvidamos nuestro instinto y cómo vivir desde el placer. 

Pero estamos recordando…

Cada vez somos más las mujeres que estamos reclamando nuestra naturaleza indómita otra vez. Se escuchan los aullidos de libertad que nos llevan de nuevo a conectar con la Madre Tierra. 

Y conectar con la Madre Tierra es volver a conectar con la sabiduría cíclica del útero.

Nuestros úteros y nuestros cuerpos han soportado demasiada vergüenza, demasiado dolor e historias traumáticas. Es tiempo de asumir completamente nuestra responsabilidad sobre nuestra propia sanacion y la de nuestro linaje.

¿Cómo podemos hacerlo?

  • Honrado nuestros cuerpos como portales de conexión con lo divino.
  • Confiando en nuestra intuición
  • Dando voz a aquellas ancestras que no pudieron expresar la profundidad de su belleza, su fuego y sus deseos. 
  • Reclamando nuestro derecho al placer
  • Despojándonos de viejos paradigmas, mitos e historias de opresión
  • Volviéndonos de manera dulce y amorosa hacia nuestros cuerpos, amándolos exactamente como son…

Porque la sangre que corre por nuestras piernas no es sucia.

Porque el placer es la base de nuestro poder de creación.

Porque la intensidad de nuestros gemidos, nuestro sudor y nuestras lágrimas nunca serán demasiado.

Y nuestra esencia más genuina reside en la capacidad de expresarnos desde nuestra autenticidad. 

Re-significar el Mito: Morder la Manzana

¿Y si re-significamos juntas el mito del pecado original para sacar de nuestra memoria celular la culpa y la vergüenza?

¿Y si la manzana fuera un símbolo del placer y la ciclicidad de nuestro útero? 

Y si el acto de morderla no trajera una maldición, sino una infinita sabiduría?

El mito del pecado original nos dice que Eva comió del fruto prohibido que crecía en el árbol del conocimiento que estaba en el centro del Paraíso. Y, según el mito patriarcal, esta osadía de Eva supuso la caída en desgracia de toda la humanidad..  

Sin embargo, podemos acercarnos a este mito desde otro lugar.

Desde la visión del sagrado femenino, la manzana que come Eva simboliza nuestro útero: si la partimos por la mitad podemos ver la forma de nuestro yoni, es una invitación a conectar con el placer como fuente de vida y creación. Y su color rojo está asociado a nuestra sangre menstrual, nos habla de la ciclicidad de nuestro cuerpo.

Eva toma esa manzana del árbol del conocimiento. Nos habla de la sabiduría a la que accedemos cuando empezamos a comprender los misterios del útero y los ritos de la sangre. 

Es más, se la ofrece a Adán para que él también pueda participar de esta sabiduría. Porque el cuerpo de la mujer es el canal a través del que accedemos a esta sabiduría y a la conexión con lo divino.

Cuando resignificamos el mito, re-significamos también nuestro lugar en la historia y podemos comenzar entonces un proceso profundo de sanación que no solo nos afecta a nosotras, también a todo nuestro linaje y a los hombres que, como Adán, se atreven a comer del fruto prohibido.