Stella Maris, la diosa Isis y las Sacerdotisas de la Rosa

En la Antigua Roma existían tres festividades dedicadas a la diosa Isis. Dos de corte aristocrático: la Navigium Isidis y las Isideias; y otra de corte popular, vinculada a los gremios de pescadores, en la que Isis era venerada bajo la advocación de Stella Maris. En esta nueva píldora de sabiduría femenina para la vida cotidiana nos adentramos en sus misterios y su relación con las Sacerdotisas de la Rosa.

Navigium Isidis: la nave de Isis

La Navigium Isidis (La nave de Isis) se celebraban en marzo, en la primera Luna llena después del Equinoccio de Primavera. Durante esta festividad, se formaba una procesión donde la estatua de la diosa era sacada del templo, portada por sacerdotes con un cortejo con música y danza, donde determinados personajes iban enmascarados (con las denominadas máscaras de Anubis).

Esta imagen era llevada hasta la costa y embarcada en una nave de madera decorada con ofrendas florales, dando paso, simbólicamente, al inicio de la temporada de navegación y comercio marítimo

Apuleyo, en El Asno de Oro, nos narra estas festividades: «En medio de estas alegres mascaradas que infestaban las calles, la pompa especial de la diosa protectora se puso en movimiento. Mujeres vestidas con lienzos blancos, coronadas de guirnaldas primaverales y llevando satisfechas distintos atributos, esparcían flores por el camino que debía seguir el sagrado cortejo. Otras llevaban en la espalda pulidos espejos, para que la diosa, al avanzar, pudiese contemplar ante sí la solicitud de la muchedumbre que seguía. 

Algunas llevaban peines de marfil, y moviendo cuidadosamente manos y brazos, hacia ademán de peinar a su reina. Finalmente, otras regaban abundantemente las calles, dejando chorrear gota a gota bálsamos y perfúmenos exquisitos. Además, una numerosa muchedumbre de ambos sexos, llevaba faroles, antorchas, cirios y otra suerte de iluminaciones a fin de lograrse el favor de la diosa de los astros que brillan en el firmamento con estos luminosos emblemas. Seguían luego deliciosas sinfonías; los caramillos y las flautas producían los más dulces acuerdos. Luego venía un coro de jóvenes artistócratas, vestidos con trajes blancos de gran valor, que repetían alternativamente un cántico escrito por un hábil poeta, bajo la inspiración de las musas».

Con la tradición católica la Navigium Isidis se dividió en dos festividades complementarias: la Pascua (la resurrección después del Equinoccio de Primavera) y Carnaval (carrus navalis, la procesión de las máscaras), tomando ambas también elementos de la tradición celta.

Isidias: los misterios de Osiris

Las Isideias, por su parte, se celebraban entre el 26 de octubre y el 3 de noviembre, y en ellas se representaba ritualmente los Misterios de Osiris, en correspondencia con las fiestas de igual temática del mes de Joiak, que se llevaban a cabo anteriormente en varias ciudades egipcias para conmemorar los principales episodios del mito de Osiris: su asesinato por Seth, su momificación por Isis y Anubis, y su victoria sobre la muerte.

Similar a una obra de teatro de la pasión medieval, los ritos consistían en una representación de las principales escenas dramáticas de la vida y muerte de Osiris, desde la búsqueda angustiosa de Isis hasta el júbilo cuando se encuentran las partes desmembradas del cuerpo del dios y su esposa logra recomponerlo, devolverlo a la vida y engendrar a Horus.

Las fiestas terminaban con una alabanza a Isis, verdadera protagonista de los ritos osiríacos, ya que si, en la Navigium Isidis aparecía como Diosa dadora de vida, en las Isideias, era la Diosa portadora de la Muerta y la magia de la resurrección.

La tradición católica haría coincidir estas festividades con la celebración de Todos los Santos; una festividad que también tomaría elementos del paganismo celta y la celebración de Samhain. Con el contacto con la tradición mexicana, esta imagen de Isis se asociaría también a la Virgen de Guadalupe.  

Stella Maris y la Estrella Sirio

Entre el 16 y el 19 de julio se celebraban las fiestas populares vinculada al gremios de pescadores, donde Isis era venerada en su advocación de Stella Maris, la Estrella de los Mares.

Esta festividad estaba vinculada a la estrella Sirio que, en las madrugadas del mes de julio, se levantaba por el Mediterráneo oriental, indicando a los marineros el momento más propicio para salir a faenar. 

El ritual, al igual que la Navigium Isidis (pero en su versión popular), consistía en sacar en procesión una imagen de la diosa Isis hasta una barca de madera donde era paseada desde la playa o el puerto para pedir su bendición. Las fiestas terminaban el 19 de julio, donde era proclamada como la Diosa Verde o Señora del Pan.

La tradición cristiana convertiría esta festividad en la Virgen del Carmen, patrona de los marineros. Aún hoy, las costas mediterráneas, desde España a Egipto, se llenan de flores y procesiones en alabanza a Nuestra Señora, la de los mil nombres.

Ella misma se define así: «Soy la madre de la inmensa naturaleza, la dueña de todos los elementos, el trono que da origen a las generaciones, la suprema divinidad, la reina de los Mares, la primera entre los habitantes del Cielo, la encarnación única del dios y la diosa; las luminosas bóvedas del cielo, los saludables vientos del mar, los silencios desolados de los infiernos, todo está a merced de mi voluntad; soy la divinidad única a quien venera el mundo entero bajo múltiples formas, variados ritos y los más diversos nombres. Los frigios […] me llaman diosa de Pessimento y madre de los dioses […];  Venus Pafia para los isleños de Chipre […] y los egipcios poderosos por su antigua sabiduría me honran con un culto propio y me conocen por mi verdadero nombre: soy la reina Isis» (Apuleyo, El asno de Oro, XI. Madrid: Gredos, 5º ed., p. 325).

Isis, la Madre Celestial

Más hacia el Oriente, entre los pueblos semíticos, se adoraba a la Gran Virgen Celeste o Madre Celestial, una de cuyas formas era Astarté, conocida como Ishtar en Babilonia  o Asherá entre los pueblos hebreos. Los sumerios la identificarían con Inanna, los griegos con Afrodita y los romanos con Venus. 

Observa esta progresión en los nombres: Isis – Ishtar – Inanna / Asherá – Astarté- Afrodita.

La asociación entre Isis, la estrella Sirio, y el planeta Venus se produjo a través de lo que se llama el sincretismo religioso. Desde nuestro punto de vista aquí en la Tierra, Venus es la «estrella» más brillante en el firmamento (más incluso que Sirio) y tiene dos momentos de especial importancia: cuando es Estrella de la Mañana (última «estrella» que se ve antes del amanecer) y cuando es Estrella de la Noche (primero «estrella» que se ve antes del anochecer). 

Desde antiguo, los marineros la tomaron como referencia para orientar su vuelta al hogar, partiendo de la brújula que les proporcionaba la Rosa de los Vientos. En esta rosa de 32 pétalos se incluía tanto los vientos como las denominadas estrellas del mar (Sirio y la Estrella Polar). En esta brújula el norte estaba marcado por una flor de lis… ¿Te suena?

Sí, es el emblema de María Magdalena y sus sacerdotisas, las Sacerdotisas de la Rosa. El faro de luz, la guía a seguir en el camino hacia el Cristo… «para no zozobrar en medio de la tormenta que lanza olas en el mar» (Pascasio Radbertus, siglo IX).

«[Porque Yo] Soy la divinidad única a quien venera el mundo entero bajo múltiples formas, variados ritos y los más diversos nombres…».

Solsticios | Las puertas de iniciación del alma

Los Solsticios se han considerado, desde antiguo, puertas de iniciación del alma. El 21 de junio es un momento de mucho movimiento energético, de preparación espiritual y emocional. En esta nueva píldora te cuento las vibraciones de este día y algunos rituales que puedes hacer.

Numerosas tradiciones ancestrales consideraban los solsticios como puertas de entrada y salida del alma al útero cósmico, fuente de la creación, de donde toda vida nace y hacia donde toda vida regresa. 

En el himno de la creación del Rgveda, por ejemplo, se dice que, en origen, la energía, la fuente o el Uno, existía en un estado informe e indiferenciado, en una especie de océano inmutable y primigenio. Entonces decidió concentrar todo su ser y empezó a arder, generando una gran explosión cósmica. 

Ese primer gran orgasmo entre el agua y el fuego creó el mundo y dio lugar a la danza de las polaridades, luz-oscuridad, vida-muerte, masculino-femenino, en la que se basa el pulso alquímico de la vida. El Toroide, en Geometría Sagrada.

La danza de las polaridades durante el Solsticio

Durante los Solsticios, se produce el momento de mayor desigualdad entre estas dos polaridades. A partir de este punto de polaridad, la energía va cambiando hacia su opuesto, buscando la unidad, la armonía y el equilibro en los Equinoccios.

Durante el Solsticio de Verano, se produce el momento más Yang del año. Desde ese momento, la energía solar va descendiendo. Los antiguos la llamaban la vía de los antepasados (pitri-yâna) y, en el viaje iniciático, marca el ingreso del alma al mundo material

Durante el Solsticio de Invierno se produce el momento más Yin del año. Desde ese momento, la energía solar va ascendiendo. Los antiguos la llamaban la vía de los dioses (deva-yâna) y, en el viaje iniciático, marca el regreso del alma al mundo espiritual. 

Rituales para el Solsticio

En el Hemisferio Sur se vivirá la noche más larga del año y el día más corto. En el Hemisferio NOrte, por el contrario, será la noche más corta y el día más largo del año. Es un momento ideal para depurarnos, hacer espacio a lo nuevo y decretar cómo queremos vivir lo que resta del año.

El Solsticio de Invierno nos invita a la reflexión y el recogimiento. El Solsticio de Verano nos invita a la acción, dejando ir todo lo que nos impide estar en equilibrio.

En cualquier caso, son portales de abundancia y purificación. Toma unos minutos de tu día para conectar con tu guía interior y poner en orden tus deseos. Los próximos meses serán tiempos de recoger todo aquello que hemos sembrado y lo que hemos nutrido con el calor de nuestro corazón.

Prácticas para el Solsticio de Invierno

Prácticas para el Solsticio de Verano

La necesidad de una educación menstrual

Las mujeres de las sociedades occidentales no hemos recibido educación menstrual. Y no estoy hablando sólo de las que, a día de hoy, son abuelas o bisabuelas y recuerdan con amargura el día en que empezaron a sangrar y no sabían qué les pasaba. Porque nadie les había explicado nada sobre el ciclo menstrual. También me refiero a las que ahora somos mujeres o madres y que tan sólo hemos recibido instrucciones sobre cómo utilizar compresas menstruales. Pero seguimos sin entender nada de lo que vivimos durante los aproximadamente 35 años que dura la etapa fértil.


La educación menstrual es mucho más que enseñar a colocarse la compresa. Es entender el ciclo menstrual en todas sus dimensiones con el fin de que nos sintamos seguras y empoderadas mientras lo transitamos. Comprenderlo e interiorizar su naturaleza cíclica. Es aprender a escuchar el ritmo menstrual para bailar como queramos en cada momento. 

Concretamente, quiere decir conocer las etapas vitales de las mujeres y sus características: infancia, adolescencia, etapa fértil (en la que se alternan ciclos menstruales y ciclos reproductivos), menopausia y madurez. También significa entender qué ocurre en cada fase del ciclo a nivel del aparato sexual. El pensamiento, las emociones, la intuición, la sexualidad, el cuerpo, la espiritualidad y las relaciones sociales, y aprender a cooperar con el potencial que tenemos en cada una de ellas.

Es imprescindible saber leer en nuestro cuerpo cuándo ovulamos para poder detectar los dos polos: el de máxima apertura (ovulación) y el de máximo recogimiento (menstruación). Al mismo tiempo, necesitamos tener un conocimiento detallado del proceso de ovulación con tal de saber cuándo y cómo nos podemos quedar embarazadas. Y cómo podemos evitar, propiciar y detectar el embarazo.

Finalmente, también quiere decir mostrar las diferentes maneras en que se puede gestionar el sangrado. Empezando por explicar que las mujeres que tenemos la capacidad de controlar la expulsión de la menstruación y decidir dónde hacerlo sin utilizar pañales menstruales ni manchar (lo que se conoce como sangrado libre), y siguiendo por mostrar las diferentes opciones de pañales menstruales que existen: compresas de tela, compresas de un solo uso, copas menstruales y tampones.

El poder de las madres para romper la cadena

La mayoría de las madres sabemos muy poquito sobre estas cuestiones. Así que seguimos legando a nuestras hijas lo que en su momento mamamos de nuestras madres: el silencio, el desprecio y la vergüenza hacia el ciclo menstrual, abocándolas a una absurda y dolorosa lucha en contra de su naturaleza cíclica.

Para romper esta cadena de desinformación e infravaloración del propio potencial hace falta que las mujeres conozcamos nuestro ciclo menstrual. Y aprendamos a cooperar con él. Una vez hayamos digerido e interiorizado estos conocimientos los transmitiremos espontáneamente a nuestras hijas e hijos y a nuestra pareja.

El poder de los padres para valorar y acompañar

Pertenecemos a un momento histórico en el que prevalece la idea de que la menstruación hace que las mujeres tengamos reacciones incontrolables y destructivas. Que dañan a nuestros seres queridos y minan nuestras relaciones de pareja. Y, de hecho, a menudo es así cuando no se entiende el ciclo menstrual ni se sabe cooperar con el potencial que ofrece cada una de sus fases. Sin embargo, una vez se comprende el ciclo, éste se transforma en un gran regalo para la relación de pareja. Y en vez de destruirla la fortalece y la hace crecer.

La tarea de los padres es la de aprender a escuchar las necesidades de su pareja en cada fase del ciclo. Y acompañarlas con amor y respeto. Es aprender a valorar el momento premenstrual en que su compañera pone encima de la mesa todo lo que no funciona en la relación. Y a no tener miedo a la intensidad emocional e intuitiva de las fases premenstrual y menstrual. Su modelo es el legado que dejarán a sus hijos e hijas.

La mejor edad para la educación menstrual

Las niñas y niños de 0-2 años sienten una gran fascinación por mirar qué expulsa el cuerpo de la madre cuando se sienta en el wáter: aún no tienen ningún prejuicio hacia la caca, el pipi, el flujo vaginal o la menstruación. Esta curiosidad libre de manías es un preciado tesoro para poder educar un ámbito de la vida que más adelante quedará vetado por el tabú cultural.

El hecho de que las hijas e hijos vean la regla y el flujo vaginal facilita que la madre pueda hablar del ciclo menstrual in situ, en el momento en que la vivencia despierta su curiosidad, y no desde lo abstracto, de forma desvinculada de la experiencia directa. También permite normalizar el ciclo e integrarlo en la vida de la pequeña o el pequeño. Finalmente, contribuye quizás a algo aún más importante. Que las hijas e hijos cataloguen la sexualidad como un tema del que se puede hablar con sus madres.

Preparar a las niñas para el primer sangrado

Por tanto, la preparación para la primera regla de las hijas empieza en su nacimiento y no a los ocho o diez años, como solemos imaginar. Edad en la que llegaríamos terriblemente tarde. Dicho lo anterior, cuando la niña empieza a experimentar los primeros cambios de la pubertad hay que actualizar estos conocimientos. Hablar de ello a menudo para que pueda vivir con seguridad y confianza su transformación en mujer cíclica.

El día de la primera regla es importante hacer una celebración del inicio del ciclo menstrual. En la que la acompañaremos y le daremos recursos para que se sienta bien en su paso a esta nueva etapa. Puede ser simplemente ir a tomar un chocolate caliente con la madre. O hacer una gran fiesta invitando a todas las mujeres que son importantes para ella. Eso sí, hay que organizarlo con ella para que se sienta cómoda e ilusionada.

Educar a los niños para acompañar el sangrado

Los niños también necesitan educación menstrual para saber acompañar y entenderse con todas las mujeres cíclicas que forman y formarán parte de su vida. Necesitan exactamente lo mismo que las niñas pero, evidentemente, sin la celebración de la primera regla. Si en cada fase del ciclo la madre comparte cómo se siente y cómo necesita ser acompañada, a la vez que el padre (o referentes masculinos) sabe escuchar y acompañar sus necesidades, el niño tendrá unos valiosos recursos para tratar con las mujeres.


Esta píldora se publicó por primera vez en abril de 2016. Parte de un texto original de Anna Salvia, publicado en la revista Niños sanos.

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